Resulta difícil encontrar mayor magnanimidad que en un pueblo que ha sido azotado en los últimos meses por temporales huracanados y un incendio en el camping con desenlace trágico que, si quieres taza, taza y media, se desempolva la faldriquera de sus vecinos y es capaz de acabar entregando a una organización social 480 euros tras una rifa en fiestas. Es El Temple, desde ya en el cuadro de honor de la generosidad con Aspanoa.
Es la paradoja de la solidaridad, que no entiende de proporciones directas entre riqueza y entrega, la ecuación que diría que han de aportar más quienes más tienen. Tras los dos fuertes reveses que, independientemente de apoyos externos de la DPH, ha recibido la localidad de La Hoya perteneciente al municipio de Gurrea de Gállego, El Temple se puso a la faena de organizar unas fiestas en honor a la Virgen de la Asunción alegres, para levantar el ánimo, de la mano del alcalde, Fernando Santacruz, y el presidente de la Comisión de Fiestas, Carlos Paúles.
Entre las novedades como la incorporación de tres festejos taurinos (les gusta coger el toro por los cuernos, está claro), una gran rifa pensando en quienes necesitan incluso más la solidaridad. Los vecinos de Aspanoa y su magnífica labor de ayuda a niños con cáncer en Almudévar. Ahí llegó la voluntad con una gran cesta con productos de Aragón donada por Paellas José Luis, una trenza de Tolosana, unas migas de Csa Antonio y un vermut en el bar de San Jorge.
Carlos Paúles y Fernando Santacruz entregaron a Carlos Larroy, director de Comunicación y Marketing de Aspanoa, un cheque por 480 euros que el joven profesional agradeció en nombre de la asociación.
Como era jornada de grandeza, también el ayuntamiento reconoció a los vecinos que colaboraron en la extinción del incendio en el camping del mes de marzo incluso con desprecio de su propia integridad, aunque naturalmente con sensatez y un buen resultado.
Como era un gran día, al frío y el viento contrarrestó la Charanga La Baruca de Encinacorba con muchísima marcha y el calor lo trajeron los fuegos artificiales de Pirotecnia Oscense. Unas fiestas que el alcalde, Fernando Santacruz, tilda de sobresalientes pero que, teniendo en cuenta las circunstancias, son de matrícula de honor. Las mejores de sus vidas. Aunque luego llegarán más... y menos enmarcadas en dramatismos pasados.