Doña Ana María Bazo Elías

                             D.E.P.

Falleció en Donostia el 26 de julio, a los 95 años. Sus hijos: Ana y Jesús, Kike y Arantza, Isabel y Cote. Y sus nietos: Mikel y Cris, Nerea, Jon y Miren, Maren, Dimas y Pablo-txikia; sobrinos, primos, demás familiares y Yohana.

El velatorio está instalado en el tanatorio Morlans, este domingo de 10:00 a 13:00 y de 17:00 a 20:00.

UN LEGADO DE AMOR Y ENTREGA

Ana María Bazo Elías, donostiarra de alma generosa y corazón inmenso, falleció este viernes, 26 de julio, a la edad de 95 años, en Donostia. Rodeada del amor incondicional de su familia, Ana María ha partido en paz, dejando tras de sí un legado de amor y bondad. Sus hijos Ana y Jesús, Kike y Arantxa, Isabel y Cote; y sus adorados nietos Mikel y Cris, Nerea, Jon y Miren, Maren, Dimas y Pablo-txikia, han permanecido a su lado, para darle su último adiós.

Viuda de Enrique González, Ana María fue una mujer cuya vida estuvo marcada por la dedicación y el amor inquebrantable hacia su familia. Aunque San Sebastián fue su hogar, su corazón también pertenecía a Huesca. Esta hermosa ciudad y su provincia no solo son la casa de Isabel y Cote, sino también la tierra que ha visto nacer y crecer a su querido nieto Dimas, con quien tanto disfrutaba.

Viajó en incontables ocasiones al Alto Aragón y dejó un huella imborrable en todos aquellos que tuvieron la fortuna de conocerla, de compartir mesa y mantel, churros en la Granja Anita, partidos de fútbol de los chiquillos y animadas conversaciones sobre cualquier asunto.

Ana María también sentía un gran cariño por Santesteban, en Navarra, donde reside su hija Ana. Y es que su hogar estaba siempre donde estuvieran sus hijos, y su presencia cálida y maternal era un faro de amor y apoyo constante. Sus visitas eran esperadas con gran alegría por sus nietos y todos aquellos que la conocían.

Y puestos a moverse, le encantaba ir a casa se su hijo, Kike,, para degustar los suculentos platos que le preparaba, muy del agrado de su formado paladar.

Hoy, su familia y amigos la recuerdan con cariño y gratitud, celebrando la vida de una mujer que siempre puso a los suyos por delante. Descanse en paz, Ana María Bazo Elías. Su luz y su amor permanecerán eternamente entre nosotros.