Tendria que contar muchas cosas en muchos pasos, pero solo quiero decir que hace días en una misa me dio la sensación de que los que asistían a este evento se imaginaban a sí mismos en un bar o una sala de fiestas de picoteo, por el murmullo que se oía todo el tiempo, y las personas en general haciendo carantoñas con sus hijos como si no les importara el lugar donde estaban en ese momento.
En una iglesia y oyendo la misa. La salida ya fue pa nota, griterío, corros unos con otros que se encontraban, etcétera. Y simplemente quería decir que hace tiempo que, en un lugar Santo, no oía semejante algarabia.
Ya puede haber ahora buenos catequistas preparados para que enseñen bien a los niños todo lo que deben saber referente a lo que es la Historia Sagrada y puedan enseñar a los padres, ya que estos están muy perdidos.