Pues sí, el sr. Naval tiene razón: chusma. Así califica a las fuerzas republicanas que defendiendo la legalidad democrática se opusieron a un golpe de estado apoyado por el fascismo italiano y el nazismo alemán y participaron en el cerco de la Huesca ocupada.
Chusma. Chusma fueron los más de quinientos vecinos y vecinas de Huesca fusilados durante el tiempo que duró la guerra, no en conflicto, en la retaguardia. La misma chusma que bombardeó Mussolini en Libia cuando la arrasó a sangre y fuego o en la masacre que realizó en Etiopía con armas químicas.
Chusma, tiene usted razón, chusma eran los millones de seres humanos que Hitler envió a las cámaras de gas. Chusma, sí, muy acertado para su forma de pensar, un término que le define a usted desde hace siglos, porque chusma fue la que el 2 de mayo de 1808 se enfrentó a las tropas invasoras en Madrid (así la llamaron los suyos, esa aristocracia e incipiente burguesía que miraba aterrada desde las ventanas); chusma, o canalla liberal, la que fusilaban durante el retornado absolutismo de Fernando VII.
Chusma, en definitiva, es la que participaba en los movimientos de liberación anticolonialista en Vietnam o en Argelia, chusma negra la que se rebelaba contra el apartheid en Sudáfrica o chusma son los más de 35.000 asesinados en Gaza mientras usted y los suyos aplauden los bombardeos, por eso nunca se les ve en manifestaciones contra el genocidio y escriben ni una sola línea de condena.
Pues mire, nosotros somos también esa chusma, somos los negros durante las leyes de segregación racial en los Estados Unidos, somos los maricones fusilados en las cunetas como Lorca por los suyos, los mismos que terminaban en las cárceles franquistas con su aplauso; esa chusma judía que murió por millones en las cámaras de gas mientras usted y los suyos llenaban las iglesias de cruces gamadas y celebraban las victorias con el brazo en alto.
Chusma, somos toda esa chusma que defiende valores como libertad, igualdad y fraternidad, en definitiva, derechos humanos, algo muy alejado de usted y los suyos; hoy somos la chusma que está siendo bombardeada en Gaza, somos la chusma que se opone al velo en Irán (qué horror, mujeres empoderadas, chusma para usted).
Chusma, es una palabra que, puesta en sus labios, o en su pluma, le define perfectamente, porque la emplea con toda la carga peyorativa que puede imaginar sin saber que, para nosotros, rojos para algunos, chusma para usted, es un halago, una expresión de orgullo.
En definitiva, somos chusma, nos sentimos orgullosos de serlo, de que usted y los suyos lleven siglos llamándonos así, porque clarifica mucho donde estamos cada uno.