Tengo dos amigos en la causa de Begoña Gómez. Y una persona en el centro con el que he mantenido siempre una relación extraordinaria desde mi admiración hacia su inteligencia y su listeza, Carlos Barrabés, a quien deseo lo mejor en todos los ámbitos de la vida. Sí, incluso en el judicial, aunque eso no depende de amistades o afectos. Se determinará con pruebas, tipos lícitos e ilícitos y otras consideraciones que tienen que ver con el Derecho.
Vuelvo a los dos protagonistas en tareas abogaciales, uno en papel acusador y que por tanto apunta a la mujer del presidente del Gobierno, y el otro en defensor de uno de los investigados en una trama de desenlace incierto. La trayectoria en las últimas semanas de su balanza de optimismo-pesimismo ha variado, igual que la complejidad de la causa. Sí, el viernes ambos se vieron sorprendidos por el registro de la empresa Innova Next y la casa de Carlos Barrabés. ¿Y si...? ¿Y si no...? Las piezas secretas son como los designios del señor, inescrutables. Y esta lo es, lo que puede implicar que el magistrado tiene un as bajo la manga en forma de prueba o que quiere apurar las últimas opciones para que el indicio se alce a condición probatoria. Incomprensiblemente en este país en el que los sumarios que debieran ser arcanos se publican casi a la verdad que se dicta el auto, nada se sabe. Encerrado bajo siete llaves.
Y, sin embargo, desde posiciones judicialmente antagonistas, mis amigos coinciden en una percepción: ¿qué carajos hace la mujer del presidente invitando a colegas con los que comparte lucros y cómo el propio Sánchez forma parte de esas reuniones? Y coinciden en que la residencia del jefe del ejecutivo se ha convertido en una especie de Moncloa Trade Center, algo inaudito en 47 años de democracia en España. El presidente gubernamental tendría que ser como Jesucristo expulsando del templo a los mercadores, y no sólo ser honrado sino parecerlo, como el César. A partir de ahí que cada uno interprete. Que piense en Kiko Lergard y encuentre razones: 1, 2, 3, responda otra vez.