Cuestión de educación y respeto

Asesor Político
23 de Septiembre de 2024

Imaginen un hombre mayor con movilidad reducida que va con un caminador, y que se traslada a su ambulatorio para hacerse una analítica. Hasta aquí todo correcto, pero imaginen que después de la analítica este hombre coge el autobús para volver a casa. Entra en el autobús, y ¡adivinen!, aquí viene el problema : los asientos reservados para la gente mayor o con dificultades especiales están ocupados.

Por una banda, en estos asientos van un abuelo con sus nietos, a los que lleva al colegio, por otra, personas mayores que necesitan el asiento y lógicamente los ocupan, y el último asiento lo ocupa una joven. Preguntas: ¿No pueden ir de pie los nietos a los que su abuelo acompaña a la escuela? ¿No puede levantarse la joven y ceder el asiento?

Imaginen que el hombre mayor, que aún no se ha podido sentar, le pide a la joven que le deje sentar, y que la joven no se da por aludida. ¿Cómo continúa? El hombre, como puede, y tropezando por los vaivenes del bus, se acerca al conductor a explicar la situación, y éste le contesta que él no puede hacer nada... Todos los viajeros miran (los de asientos reservados y los de no reservados), pero nadie se levanta... ¿Qué se desprende de esta situación que muchas veces sucede en el transporte público? Todo es cuestión de educación y respeto, que hoy día suele brillar por su ausencia.

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