Esta es nuestra generación

Consultor, conferenciante y autor.
28 de Septiembre de 2024
Un horizonte incierto y convulso

Nacimos cuando el sol asomaba entre las nubes grises, aunque aún llegaría alguna tormenta que nos invitaba a postrarnos en el suelo. Conocimos las penurias de nuestros abuelos y las dificultades de nuestros padres. Asistimos al desplome de muros, telones de acero, torres, monedas, ídolos con pies de barro… Hemos visto cosas que jamás imaginarías, máquinas de escribir, ordenadores solos y sin memoria que evolucionaron al compás de Moore. Video juegos que tardaban una eternidad en cargar y películas que había que bajar a alquilar a un lugar llamado video club.

Nos bañamos con incertidumbre en las aguas frías y cristalinas de aquel pequeño rio que se convirtió en el inmenso océano de internet. Conocimos la utopIA cuando “Deep Blue” acabo con el rey de Kasparov. Marcamos ruletas de teléfonos fijos y vimos como adelgazaban móviles y televisiones. Pintamos cintas de casette y carátulas de cd, la muerte y el renacimiento de los vinilos, napster, itunes, Spotify… al ritmo de guitarras y voces sin autotune.

Siendo conscientes de que, como decía Roy Batty, todos esos momentos se perderán en el tiempo, como lágrimas en la lluvia…

Somos una de las generaciones más afortunadas de la historia, cruzamos sin darnos cuenta la puerta del mundo analógico al territorio digital y caminamos expectantes por la senda que separa lo natural de lo artificial, con la ilusión de un paisaje mágico y el miedo a caernos por el precipicio a partes iguales.

Contamos con una perspectiva y amplitud de miras más variada, lo que nos permite comprender el contexto desde diferentes puntos de vista, hacernos las preguntas adecuadas y tomar decisiones más certeras.

En consecuencia, tenemos el reto de dotar de herramientas a las generaciones que vienen después para que puedan afrontar un futuro convulso e incierto. Competencias clave que redunden en aquello que nos hace humanos porque eso será lo que marque la diferencia en los próximos años. Todo aquello que no se pueda digitalizar se convertirá en una ventaja competitiva vital.

Aunque se habla constantemente de perfiles técnicos, también asistiremos al resurgir de disciplinas como la filosofía, la ética, la sicología, la biología… Herramientas fundamentales para surfear la ola que se avecina y no morir arrastrados por ella.

Debemos fortalecer hábitos esenciales como leer, escribir y el placer de conversar cara a cara, sin pantallas, sin filtros. La empatía, el pensamiento crítico, la resiliencia, la esperanza, aprender y desaprender, saber preguntar, la capacidad de cooperar, el análisis de contextos… y por supuesto nunca dejar de soñar serán poderes de incalculable valor.