Generando enemigos

Miembro de la Asociación Española de Derecho y Economía
13 de Octubre de 2024
José Torres Remírez.

Ha llegado octubre, lo que significa que sólo queda un cuarto del año. Parecía imposible en enero, pero hemos conseguido sobrevivir económicamente. A lo largo del 2024 ha habido muchas desfachateces económicas generadas por parte de las administraciones que en teoría tienen que velar por el bienestar de sus ciudadanos. Algunas de las meteduras de pata han sido involuntarias, otras, a pesar de las advertencias de los economistas, han entrado en vigor por fanatismo político, pero ha habido unas cuantas que se han hecho exclusivamente para generar odio y división entre los ciudadanos. La última fue en septiembre, los nuevos derechos laborales en el ámbito del servicio a los hogares.

Como van pasando noticias más llamativas, estas pequeñas medidas pasan desapercibidas, pero son más importantes de lo que parecen. El Real Decreto sólo está compuesto de 8 artículos, y muchas disposiciones generales que no son de obligado cumplimiento para el estado. El articulado, sin embargo, sí afecta a los empleadores y su incumplimiento lleva aparejado multas y sanciones.

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No entraré en explicar las obligaciones que conlleva la nueva legislación, les invito a que la lean. Sólo voy a mentar lo que va a ocurrir. El coste de tener legalmente a una persona contratada (tiempo completo o parcial) se incrementa sobremanera, y en una época económica tan mala como en la que estamos, muchas familias no podrán hacer frente a esto. Las propias asociaciones de empleadas del hogar señalan que la mayoría de contratos son para ayudar y cuidar a personas mayores, y luego en menor medida a familias que necesitan que les echen una mano con la casa o con los niños. Por lo que la imagen que nos intentan vender de ricos en el barrio Salamanca que contratan a una persona vestida de mayordomo o con la cofia y el delantal, si existe, es marginal. La mayoría de las 360.000 empleadas del hogar están trabajando para la clase media.

El problema de la clase media es que en estos seis años de Pedro Sánchez han visto incrementados los impuestos que pagan, han visto cómo subían los alquileres por la nefasta gestión de la legislación inmobiliaria y la electricidad y la gasolina está en niveles alarmantes. Y todo ello mientras tenemos un incremento del IPC con unos salarios casi congelados. Todos estos problemas económicos vienen de hace ya veinte años, pero con Sánchez y sus ideas, se han visto agravados. Así que esta última idea del gobierno conllevará que ocurra una de estas dos cosas:

  • Las familias despedirán a su empleada del hogar y contratarán a una a través de una empresa. Será más impersonal, pero se evitarán los nuevos sobrecostes
  • Las familias, en vez de despedir, hablarán con su empleada y pedirán que trabaje total o parcialmente en negro.

Da igual que se opte por la primera o por la segunda opción, la situación final de las empleadas del hogar será peor. Si están en una empresa su sueldo neto será menor (como se observa en las estadísticas) y si trabajan en negro dejarán de cotizar, lo que les perjudicará para el paro o la pensión posterior.

Todo esto lo saben los padres de esta medida, pero también saben que el descontento de casi 400.000 personas recaerá sobre los empleadores, no sobre el gobierno. Los malos son los empleadores que no quieren “derechos” para las empleadas del hogar, así que, a pesar de estropear un sector económico, ganarán muchos votos generando odio de clase.

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