José Torres Remírez. Hoy, "Esto sí es importante"

Miserables

Miembro de la Asociación Española de Derecho y Economía
07 de Julio de 2024
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José Torres Remírez. Hoy, "Esto sí es importante"
José Torres Remírez. Hoy, "Esto sí es importante"

Hay ciertas palabras que pasan de moda y desde hace un par de días me ha venido a la cabeza una de estas palabras: miserable.

Si nos vamos al diccionario hay dos acepciones totalmente distintas para esta palabra. La primera se refiere a personas ruines, despreciables, abyectas, viles y canallas. La otra acepción califica a personas extremadamente pobres.

¿Saben ustedes por qué no se me iba de la cabeza esta palabra? Pues porque están estrechamente ligadas.

A los políticos en España se les llena la boca con multitud de índices y macromagnitudes. Siempre hay una estadística que les respalde. Aunque, específicamente al Gobierno de Pedro Sánchez, ya sean pocas. Pero hay una que ningún político ha querido utilizar en nuestro país: el índice de miseria.

Este índice mide el malestar existente en la propia nación basándose exclusivamente en dos indicadores: la tasa de paro y la tasa de inflación. Debido a que tenemos un mercado laboral atroz, siempre hemos tenido unas tasas de paro altísimas, por lo que el índice de miseria es siempre muy alto. Pero de un tiempo a esta parte la cosa es dantesca.

Empecemos en el lejano 1996, año de la victoria electoral del PP a manos de José María Aznar. En este momento la inflación estaba siendo controlada por lo que el índice de miseria sólo podía crecer o bajar por la parte del mercado laboral. Las medidas tomadas por la Administración Aznar fueron la de liberalizar (un poco) las regulaciones y normativas laborales ¿Saben cuál fue el resultado? La tasa de paro bajó y con ello el índice de miseria. Es cierto que en el 2002 tuvo la oportunidad de liberalizar aún más el fosilizado código que regulaba las relaciones laborales, pero no lo hizo, dejando unos índices de miseria muy altos, aunque más bajos de los encontrados.

Con Rodríguez Zapatero no sólo es que la tasa de paro subió por su inacción y mala gestión de la crisis del 2008, sino que las modificaciones laborales empeoraron el sistema provocando un incremento del índice de miseria. Índice que se redujo con Rajoy, no tanto porque liberalizara el mercado laboral sino porque consiguió controlar la crisis. Y después de todos estos gobiernos, llegamos a Pedro Sánchez y Yolanda Díaz.

Esta dupla de políticos, defensores de las ideas progresistas, han metido mano al mercado laboral español. Cada vez que han modificado una regulación, una normativa o han subido el salario mínimo profesional, han matado la poca libertad del mercado laboral. Y con cada puñalada, como si fueran los senadores ante César, las consecuencias las acababan pagando los ciudadanos. Se ha reducido la creación de empleo, se han cerrado PYMES, han bajado las horas trabajadas y el paro de larga duración ha crecido.

Si las consecuencias no han sido suficientes, cuando calculamos el índice de miseria, podemos ver cómo España está en el pódium de miseria en Europa y en la OCDE. Un logro de la ministra Díaz apoyada por el marido de Begoña Gómez.

La relación es clara, a mayor libertad en el mercado laboral, menor tasa de paro, mayor facilidad para crear riqueza y mayor bienestar en el conjunto de la nación. Es sencillo. Y aún así hay gente que, viéndolo, prefiere seguir en el error.

Por eso les digo que las dos acepciones se relacionan:

Cuán miserable hace falta ser para defender políticas que generan miserables.

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