En Francia o Italia existe el republicanismo de derechas y nadie cuestiona la política cultural o la necesidad de conservar el patrimonio. Venden, tienen retorno.
Cuando se presentan modelos de concesión de obra como la rehabilitación de la Romareda con aprovechamiento en sus bajos comerciales, se permiten restaurantes italianos en la entrada de parques aunque se llamen Labordeta (José Antonio) y qué mona la torre que se terminando un airoso puente modernista, como cuando se recuperan inversiones para la no nieve votadas a favor o se quema gas para producir hielo en el pabellón de ello de Jaca, el liberalismo o el alcalde liberal aunque dice que socialista de Vigo hablan de retornos para justificarlos.
Será que hay empresas o empresarios físicos detrás al mando de mecer esas cunas. Todas las opciones políticas, todos los partidos los tienen y para su advenimiento reciben otro tipo de, vamos a llamarlas así, aportaciones. Y no son necesariamente provenientes de empresarios.
Midamos entonces la conveniencia de un evento en términos de ocupación de hostelería y depósitos de gasoil llenos e IVA, y cada quién podrá convencer de que un festival debe mantenerse. Es el cambio de paradigma en Pirineos Sur: de ser singular en programación a tener programación como uno de tantos -con los mismos grupos indie con gotas de teloneros nuevos y Taburete- y que se llene.
Si son de los nuestros, de orden, nada que decir entonces.
Y qué poder opinar desde Zaragón de las máximas expresiones exportadoras de ¿cultura o tradiciones? de la Teruel del vicepresidente aragonés: los fines de semana de los Amantes y las Vaquillas. En su desarrollo también ocupan su ciudad perroflautas o existe consenso en que se subvencione por él mismo o la Diputación socialista o del PAR a los costureros que conciben y cosen trajes para recreacionistas.
Nolasco habló con razón de replantearse la despoblación turolense a través de políticas novedosas como se ha puesto al frente del turismo aragonés a bragado empresario del sector. Son medidas positivas, pero casi peronistas entonces…
Tanta contradicción únicamente conforma que la supresión de Periferias es personal, ir a la contra, negar el liberalismo por quienes lo siembran en forma de revancha.
No sé qué opciones tendrá de ser liberal el nuevo presidente de Argentina, país que depende únicamente del precio mundial de la ternera y los cereales para salir o no del pozo. Ni si devaluar moneda o a una ciudad es dejar de robar.
Está claro que los liberales se contradicen como también lo está que la izquierda lo ha hecho negando por ideología la importancia económica o social de otros sectores económicos.
Parece que la presente batalla dialéctica, ideológica nunca se da, que se plantea en Huesca no se sostiene en términos económicos. El director de Periferias Luis Lles ha dejado el bajo coste del festival, la presencia de ponentes liberales de la cultura de Madrid –hubiera podido añadir a Gorbachov o al magnífico poeta Luis Alberto de Cuenca, a Escohotado y tantos intelectuales ¿pero no se había muerto la figura? de derechas- en las jornadas de octubre de Huesca, dentro de la programación.
Festival como el de filmes cortos o el de teatro que se celebraba en temporada baja, retornos aparte, en mi opinión consolidaba una imagen de la ciudad cosmopolita, acorde con la importancia como destino deportivo de los Pirineos Sur, por qué no complementaria a la programación taurina de San Lorenzo aprovechando huecos que hace que Huesca sea la principal feria del momento y reciba aficionados a mansalva de Bearn –y a mí nadie me está obligando a ir-. Todo ello a mayor gloria de los pujantes sectores agroalimentario y de hostelería oscenses.
No sé qué relación tiene nada de lo expuesto con que los festivales de vanguardia se dirijan porque son tontadas a rojos solidarios que se gastan el dinero de todos. En cualquier manifestación hasta religiosa, por cultural, sucede con los cuerpos y fuerzas de seguridad garantizando la ocupación ordenada de las calles ocupadas. Respecto de las que nadie ha cuestionado su cesión.
Se podrían poner otros mil ejemplos de que todo cabe, de que la cultura de calidad no conoce ideología, que no está dirigida a subvencionar a cuatro payasos.
No sé qué les parecerá potenciar el interior aragonés, es de las pocas opciones de hacerlo que hay, a través de la Aragón Film Comission o si entienden que se deben suprimir las inyecciones directas en Ryan Air para que Zaragoza deje de ser visitado.
Esperando vuestro modelo cultural, Godot.
Y, si no, hacemos como Milei: suprimimos el diez por ciento de la economía porque es ineficiente y, total, todo el mundo en Aragón ve plataformas o que vayan al fútbol y a la fiesta nacional o regional preferente.
Todos cabemos, cualquier manifestación de saber hacer contribuye a que la libertad no sea por receta electrónica.