El negocio del accidente: cuando la justicia se convierte en ruina para las empresas

AIM
26 de Marzo de 2025
Guardar

En España, hay una realidad preocupante que está asfixiando a muchas pequeñas empresas: el negocio montado alrededor de los accidentes laborales. Una práctica donde algunos abogados, con poca ética y sin escrúpulos, han encontrado una vía rápida de ganar dinero a costa de empresarios que, muchas veces, lo han hecho todo bien.

El mecanismo es cada vez más habitual: tras un accidente laboral, hay despachos que captan al trabajador y le ofrecen llevar el caso sin coste alguno, a cambio de quedarse con el 50% de lo que consigan. Si ganan, cobran; si no, no pierden nada. Es el llamado “fifty-fifty”, un modelo que convierte el proceso en una apuesta donde el único que siempre pierde es el empresario.

No importa si el accidente fue dudoso, sin testigos, o si el empresario tenía externalizado el plan de prevención y cumplía las normativas. Basta con encontrar un defecto de forma, una fecha mal registrada, una firma ausente… y con eso, algunos tribunales imponen recargos de prestaciones imposibles de asumir: decenas o incluso cientos de miles de euros, que por ley no pueden ser asegurados. Todo, en un solo pago. A tocateja.

La legislación, que nació con el objetivo noble de proteger al trabajador frente a negligencias reales, se está pervirtiendo, y ahora se usa como arma destructiva contra quien emprende y crea empleo. Muchos de estos procesos se basan más en la presión que en la verdad, más en el negocio que en la justicia.

Y el resultado es demoledor: empresas al borde del concurso de acreedores, empleos perdidos, ilusión destruida y un tejido productivo cada vez más débil.

Esto no es un ataque contra la abogacía —muchos profesionales ejercen con rigor y ética—, sino una denuncia clara contra quienes se aprovechan del sistema y del sufrimiento de otros para enriquecerse, sin importarles las consecuencias.

Por eso hoy decimos:

Basta ya de convertir los accidentes en negocio.

Basta ya de hundir a los que cumplen y generan empleo.

Basta ya de alimentar un sistema que castiga al que hace las cosas bien.

Porque defender la justicia no puede significar arruinar al justo.

Archivado en

Suscríbete a Diario de Huesca
Suscríbete a Diario de Huesca
Apoya el periodismo independiente de tu provincia, suscríbete al Club del amigo militante