El país donde quiero vivir

09 de Julio de 2023

Este año, el 10 de diciembre, se cumplirán los 75 años de la Declaración Universal de los Derechos Humanos. Y volveremos a denunciar que estamos lejos del ideal de esa declaración: todos los derechos para todas las personas. 

El próximo 23 de julio se celebrarán las elecciones generales. Es un momento clave para que todos los partidos políticos asuman un compromiso firme con los derechos humanos.

Es increíble que todavía hoy, existan discursos de odio contra mujeres, personas LGBTI o migrantes. O que para muchas personas, especialmente las jóvenes, la vivienda sea un lujo que no se pueden permitir. O que el derecho a la salud esté en la cuerda floja porque la atención médica no recibe una financiación suficiente.

El país donde quiero vivir protege todos mis derechos humanos, todos tus derechos humanos y todos sus derechos humanos. Por eso, quiero exigir a los partidos políticos que se comprometan en sus programas a defenderlos.

Quiero vivir en un país donde:

  • Todas las personas pueden acceder a una vivienda digna, que permita en especial a las personas jóvenes alcanzar una vida autónoma.
  • Ninguna persona es discriminada ni corre peligro por ser LGBTI o por su origen o color de piel.
  • Ninguna mujer o niña es asesinada, ni sufre ningún tipo de violencia ni discriminación por el mero hecho de ser mujer. Se garantizan sus derechos sexuales y reproductivos y se aprueba una legislación integral contra la trata.
  • Todas las personas disfrutan del derecho a la salud y de una sanidad pública y de calidad. Eliminando las trabas en el acceso a la salud de las personas en situación administrativa irregular.
  • La crisis climática se combate de manera urgente.
  • Todas las personas son libres de expresar sus ideas y de protestar de forma pacífica.
  • Las personas que necesitan refugio obtienen protección y condiciones de acogida dignas.
  • No hay discursos de odio contra nadie.
  • Las leyes están al servicio de las personas, sin mordazas, y  sin leyes de secretos oficiales que ocultan violaciones de derechos humanos.
  • No se venden armas a países que las usan para cometer o facilitar la comisión de atrocidades.
  • Las empresas respetan los derechos humanos y el medio ambiente, porque se ha aprobado una regulación clara y vinculante de diligencia debida sobre sus actuaciones.
  • Las ciudades de Ceuta y Melilla dejen de ser lugares donde es casi imposible pedir asilo, y las políticas migratorias garanticen los derechos de las personas refugiadas, solicitantes de asilo y migrantes.
  • El gobierno impulsa y protege los derechos humanos en los foros multilaterales y en las relaciones bilaterales con gobiernos que no los respetan.

La Declaración Universal de los Derechos Humanos fue un hito en la historia de la humanidad, y su plena implementación una aspiración que no solo debemos anhelar, sino que debemos exigir a las personas que tienen responsabilidades de gobierno. Las elecciones generales son una oportunidad para recordar que su cumplimiento no es negociable.

 

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