Cada miércoles me da más pena el nivel de crispación que exhiben bastantes políticos en el Congreso. La sesión de control del gobierno entre partidos y ejecutivo debe ser precisamente eso: control de un lado, respuesta del otro y educación respetuosa por los dos lados. Así de aburrido.
Sin embargo asistimos atónitos a una hiper actuación de cara a la galería, a un histrionismo, a un "y tú más" que dudo pueda atraer a nadie, sobre todo por el mal gusto, por lo repetitivo, cansino y poco edificante que resulta oir siempre el mismo mensaje en plan déjà vu. Los ciudadanos nos merecemos más. Nos merecemos que sus señorías lleguen a acuerdos para avanzar y para mejorar los derechos del conjunto de españoles ya sean niños, jóvenes, trabajadores o jubilados.
Si defender sus legítimas posturas ideológicas es justo, aún lo es más que renuncien a quedarse atrincherados en ellas exhibiendo las diferencias. Sean serios y den un paso más que también por eso les pagamos, porque aprendan a reencontrarse.
Redacten sus propuestas de forma razonada, dialoguen sobre ellas, PRESUPUÉSTENLAS para saber si pueden realizarse y en qué plazos reales, transaccionen posibles redacciones alternativas y negocien para cerrar acuerdos sólidos que perduren. Nadie es poseedor de la verdad absoluta así que a trabajar todos, a sumar todos (gobierno y oposición) a pensar y a actuar por el bien común.
Quienes buscan titulares, confrontación gratuita y/o abundantes recursos para sus proyectos políticos excluyentes son unos insolidarios. A todos ellos hay que decirles que la democracia es infinitamente más bonita y seria que preguntar cada semana qué hay de lo mío.