Es importante preparar adecuadamente a las personas para la jubilación, no solo en el aspecto financiero, sino también en salud y bienestar. A medida que nuestra población envejece, el riesgo de enfermedades como el Alzheimer aumenta, pero existen formas de mitigarlo.
La jubilación debe ser vista como una oportunidad para mantener la mente y el cuerpo activos. Actividades como el ejercicio regular, la estimulación cognitiva y la vida social activa pueden reducir significativamente el riesgo de deterioro cognitivo. Sin embargo, muchos jubilados no están preparados para esta transición, lo que puede llevar al aislamiento y, eventualmente, al deterioro de la salud.
Es esencial que las autoridades promuevan programas que incluyan educación, ejercicio físico adaptado y apoyo social para los jubilados. Además, sería beneficioso ofrecer recursos para mantener la mente activa, como talleres de aprendizaje y grupos de actividades, entre ellos organizaciones no gubernamentales.
Preparar a las personas para la jubilación desde una perspectiva integral es fundamental para garantizar un envejecimiento saludable y reducir la carga de enfermedades neurodegenerativas en nuestra sociedad. El incremento que estamos teniendo en la esperanza de vida, precisa de una jubilación distinta a la tradicional.