Mi historia es típica dentro de los oscenses nacidos a mediados y finales de los 70. Pertenezco a la diáspora universitaria, y como tantos, no volví al acabar la carrera. Entre otros motivos, incluido el relumbrón de la gran ciudad, la percepción de fracaso, de falta de oportunidades, de “no vuelvas que esto es un pueblo”.
Pasados los años, descubrí que una gran ciudad no es si no la suma de muchas ciudades pequeñas. Acabas saliendo por los mismos sitios y encontrándote a la misma gente. También que, para disfrutar de la ingente oferta de cines, teatros, exposiciones y conciertos necesitas dinero y sobre todo tiempo. Tiempo que valoras de forma distinta cuando el trayecto a tu trabajo es de 50 minutos dentro de la misma ciudad o que llegar a esa zona tan chula supone 30 minutos en autobús.
Total, que muchos años después, cuando ya era madre de un hijo y con la segunda en camino volví a Huesca. Al verla con “ojos nuevos” me di cuenta de que es una ciudad con un enorme potencial humano, patrimonial, cultural… que, sin embargo, por alguna razón no termina de despegar. No estamos orgullosos de ella, no sabemos explicar lo mucho que tenemos y no acabamos de potenciarla.
Descubrí Huesca Suena cuando estaba planteándome seriamente subirme a un cajón con un megáfono en las cuatro esquinas al más puro estilo Hyde Park a reñir a los fatos por esa falta de rasmia.
Estar en Huesca Suena me ha permitido encontrarme con muchas más personas que creen en su ciudad y su potencial y que quieren hacerla crecer en todos los ámbitos posibles. Que se han cansado de quejarse de la ciudad en un velador y han decidido actuar para cambiarla. Grandes profesionales de diversos campos, algunos en activo y otros no, con ganas e ideas. Bellas personas entre las que he hecho grandes amigos de edades, trayectorias e ideas muy distintas.
A lo largo de estos dos años, hemos desarrollado iniciativas o hemos apoyado iniciativas particulares que nos han presentado, con resultados desiguales. Hemos intentado que el aeropuerto se reconvierta y tenga utilidad, estamos detrás de la candidatura a Ciudad Creativa de la Unesco, tenemos un plan estratégico llamado Huesca Ciudad de Futuro, hemos conseguido 1000 firmas en una mañana (y 5000 en total) para tener un buen servicio de cercanías entre Huesca y Zaragoza, movilizamos un concierto desde los balcones, presentamos un barómetro de opinión de la ciudad…
Nuestros proyectos son plausibles y con base real, porque siempre jugamos con las cartas que tenemos. Esto es importante ya que, si no fuera así, Huesca Suena sería un foro de creatividad y poco más.
Y todas las ideas y proyectos se las contamos a todos los partidos políticos y a todas las Administraciones que tengan competencia, porque en la mayoría de los casos son los únicos que pueden activar los resortes necesarios para que sean realidad.
Pero esto no contesta la primera pregunta. ¿Por qué soy de Huesca Suena?
Soy de Huesca Suena porque quiero que mis hijos, si se van a estudiar fuera, no vuelvan por decisión propia y no por falta de oportunidades. Que sea suya la decisión de irse o quedarse y no una obligación. Que volver a tu hogar o directamente no marcharse sea percibido como algo lógico. Por disfrutar de ellos cuando sean adultos. Porque creo de verdad que en Huesca hay materia suficiente para hacer mucho más y vivir todos mejor.
Si tú piensas como yo, te estamos esperando en Huesca Suena con los brazos abiertos.