Sanidad: cuando las barbas de tu vecino...

12 de Febrero de 2023

."Cuando las barbas de tu vecino veas rasurar, pon las tuyas a remojar". Me dirijo a ti, sufrido altoaragonés,. que como me ocurre a mí sientes que los dirigentes políticos que gobiernan nuestro querido Aragón, como si fueran unos malos padres putativos que debían de ocuparse de la salud de sus dudosos hijos, nos consideran como ciudadanos de "tercera categoría". Podríamos hablar de muchos agravios, olvidos y desprecios que hemos soportado, pero no olvidado, por parte de nuestros políticos más prominentes que saben, según dicen ellos más de nosotros que nosotros mismos. Saben lo que necesitamos y lo que nos conviene. Dicen velar por nosotros y dicen preocuparse por todo aquello que necesitamos. Y dicen que ellos no sólo lo saben, sino que nos lo darán, pues añaden, con un desparpajo hipócrita, que "son nuestros derechos inherentes". ¡Qué bonitas palabras! Pero, sin embargo, no dudan en suprimir "nuestros derechos inherentes", si creen que nuestros derechos van en contra de sus intereses personales o de su colorido grupo político. Con esta carta, yo tan sólo quiero advertir de lo que te puede ocurrir a ti también, confiado y sumiso aragonés de "tercera". Por eso, y como ejemplo de advertencia, solo pretendo hablarte de lo que en Boltaña está aconteciendo.

Los boltañeses hoy en día no tienen médico de cabecera, o de familia. Solo durante no más de 2 o 3 horas a la semana es posible que un médico desplazado atienda en el consultorio municipal a un boltañés. ¡Manda huevos! Desde que los ciudadanos dejamos de pagar la iguala médica establecida obligatoriamente en todos los ayuntamientos, si querías ser atendido en la consulta medica del pueblo, y hasta que en los 80 se estableció en España la "Sanidad Pública Universal y Gratuita", nunca había sucedido un agravio de esta magnitud en Boltaña. Claro que a los aragoneses de "primera", que los hay, seguro que no les afectará el problema boltañés. ¿Verdad, consejera de Sanidad de la DGA, señora :Repollés? ¿Verdad, presidente del Gobierno de Aragón, señor Lambán? Si miento, aclárenmelo, y yo no tendré ningún inconveniente en rectificar lo dicho, pues no es más que mi opinión.

Durante cierto tiempo presumimos de que la "Joya de la Corona" de toda España era la sanidad pública y universal. Sé que fue envidiada mundialmente, así alguien de allende los mares me lo dijo en 1998. Pero poco a poco, por intereses muy concretos y más espurios, se nos ha ido recortando nuestros derechos sanitarios, hasta el punto de que aquella corona de oro de la que presumíamos hoy tan solo es una corona de plomo pintada con purpurina, y las gemas que la adornaban ya se vendieron o las robaron y fueron sustituidas por unos trozos de brillantes cristales de colores.

Así que en Boltaña hoy no tenemos médico de cabecera, ni sabemos cuándo lo tendremos.. Sí que disponemos de un Centro de Salud infradotado en medios y en personal en Aínsa, a 7 kilómetros, y el hospital de referencia, en Barbastro, a 65 kilómetros. ¿El saturar el Centro de Salud de Aínsa, o las urgencias del Hospital de Barbastro, es la única "solución" a la que podemos aspirar? Y aun si queremos acudir a esos dos centros, tenemos un problema añadido más, pues tampoco hay medios de transporte público para podernos desplazar y acceder a ellos, pero eso es "harina de otro costal".

No puedo ni debo finalizar esta carta sin dar las gracias, y manifestarles mi apoyo y reconocimiento total, a los trabajadores sanitarios, médicos, enfermeras, auxiliares, limpiadoras, etcétera, etcétera, que tantas veces han demostrado  que su compromiso social es total con aquellos que los necesitan. Lamento no poder decir lo mismo de sus jefes del Salud de Aragón, nuestros "padres putativos", que con su forma de pensar y proceder se ceban con toda la sanidad pública aragonesa, haciendo de sus profesionales unas víctimas tan abandonadas como lo están los pacientes. No solo todo el personal sanitario está mal pagado y poco considerado, sino que también es maltratado y vilmente utilizado. Han llegado a acusarlos de falta de compromiso con la sociedad, cuando todos los sanitarios han demostrado su profesionalidad y su entrega sin parangón. Y los dirigentes del Salud lo han hecho como excusa para poder justificar aquello que los responsables políticos quieren hacer en cada momento a su conveniencia. Pero "tantas veces va el cántaro a la fuente, que al final se rompe". Así que, parra todos los profesionales sanitarios, mi mayor reconocimiento y mi gratitud plena. No puedo decir lo mismo de mis, o nuestros, representantes políticos, del "colorín" que sean, que por su dejadez, su no saber o quizás porque algunos de ellos estén vendidos a oscuros intereses privados, olvidan a todos los que los representan, y que solo somos los que pagamos sus nada desdeñables sueldos.

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