Sólo son unos envidiosos

Miembro de la Asociación Española de Derecho y Economía
09 de Febrero de 2025
José Torres Remírez.

Mi madre me inculcó que la envidia es perniciosa. No importa lo que hagan los demás, ni cómo actúen, lo único importante es uno mismo y saber que se están haciendo bien las cosas. Es cierto que no me lo decía así, sino de una manera más prosaica: “Tú haz lo que tienes que hacer, y olvídate del resto”. Ahora con más años, veo que tenía razón; quienes se fijan en los demás, lo único que conseguirán es querer lo que los otros tienen, y si no pueden alcanzarlo, surgirá la envida.

Esta semana Fedea ha publicado el observatorio sobre el reparto de impuestos y prestaciones entre los hogares españoles para el año 2022, elaborado por tres profesores de Economía Pública: Jorge Onrubia, Carmen Marín González y Julio López Laborda. Un trabajo muy ilustrativo que ha servido para que algunos fanáticos ataquen al 1% con mayor renta de la población; demostrando que no han sido capaces de leer 52 páginas.

El debate está servido por culpa de un solo gráfico: el tipo medio efectivo. Ahí se ve la presión fiscal o, en otras palabras, el porcentaje de la renta que necesitan los contribuyentes para hacer frente a todos los impuestos. Los datos son muy duros, la clase baja (el 20% más pobre) paga el 27% de su renta en impuestos. La presión fiscal de la clase media varía entre el 30% y el 37% dependiendo de si son clase media baja o media alta. Pero la clase alta (que en España empieza con un sueldo en torno a 40.000 euros brutos anuales) sufre un expolio del 38% de su renta. Es decir, por cada 100 euros que cobra, el Estado se queda con 38 y ellos sólo reciben 62.

Sin embargo, los analistas económicos no han puesto el grito en el cielo por estos datos cercanos a la confiscatoriedad; sino porque el 1% de los que más renta obtienen destinan a obligaciones tributarias sólo el 24%. Tres puntos porcentuales menos que los más pobres. Algo que, para la ideología de estos periodistas/analistas, es inaceptable ¡Cómo van a pagar menos impuestos los ricos que los pobres!

Estos mismos analistas, con escasa comprensión lectora, se han lanzado en sus periódicos y en sus cuentas de redes sociales, a pedir más impuestos para los ricos. Si un pobre paga el 27% de su renta, los ricos deben pagar mucho más. Lo cual demuestra que poseen una cualidad peligrosa: una osada ignorancia.

Si los analistas supieran cómo funciona el sistema fiscal español comprenderían por qué los más ricos pagan menos impuestos (en porcentaje) que los más pobres. El principal factor son las cotizaciones sociales. En cada nómina, una parte del salario se va a la seguridad social. Es un porcentaje progresivo pero que una vez que tu nómina supera los 4.000 euros al mes, la cotización no sube. Haciendo que paguen lo mismo el que cobra 5.000 euros mensuales que el de diez mil.

La segunda diferencia es la clase de renta que obtienen los más ricos; estas provienen mayoritariamente de inversiones, lo que se denomina rentas de capital. Mientras que la mayoría de los trabajadores sólo obtienen dinero de la nómina. Las rentas de capital tienen un impuesto menor que las rentas del trabajo. Así que es normal que paguen menos si su fuente de renta es otra.   

El último factor diferenciador es el IVA, ese impuesto que ha vuelto a subir Pedro Sánchez. El IVA se aplica cada vez que consumimos, pero no consumen el mismo porcentaje de su renta un mileurista que un rico. Si se cobra 1.000 euros y se gasta 600 euros, se está consumiendo el 60% de la renta. Pero si se cobra 5.000 euros y se gasta 2.000, sólo se está consumiendo el 40% de la renta.  Sin embargo, el rico ha aportado más a la generación de riqueza y el IVA que ha pagado es mayor. Pero como la gente sólo se queda con el porcentaje, este se desdibuja, dando la impresión de que los ricos pagan menos IVA.

Otros de los motivos por los cuales se observa la osada ignorancia de los analistas que piden más impuestos es que no han leído el informe. Si hubieran llegado a la última sección, comprobarían cómo los profesores muestran el efecto combinado de los impuestos y las subvenciones (monetarias y en especie). En ese escenario se expone que el 60% de la población recibe más del Estado de lo que aporta en impuestos. Mientras que el 40% más rico da más de lo que recibe. Esto provoca que la renta del 20% más pobre crezca un 80% gracias a los subsidios (educación, sanidad, prestaciones contributivas y no contributivas, etc…) que sale de la renta de los que están siendo atacados por todos esos analistas.

Atacar a los que más renta obtienen sólo por su presión fiscal es una muestra palpable de envidia.

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