Suele decirse que llega un momento del verano en que con la llegada del calor estival y quizás las vacaciones, en su menor o mayor extensión y formas, parece que no queda nadie en las grandes ciudades, como si las personas salieran en tropel de de ellas para irse a otras localidades más pequeñas, más añoradas durante el resto del año, más rodeadas de entornos naturales o cualquier otra causa personal, ocurrente, lúdica o algo quizás dejado al azar, vete a saber, porque quizás también en ello entra regresar a una suerte de lugares que les recuerda unos orígenes no tan lejanos.
Son muchas las localidades aquí en Aragón que ofrecen a quienes vuelven, las visitan o cualquier otra buena circunstancia, diversos actos, eventos y otras celebraciones multiculturales que invitan a compartir. Dos de esas localidades a donde muchos encaminan sus pasos, se encuentran por ejemplo Jaca y Villanúa.
En Jaca, tras su exitoso, vistoso y celebrado Festival Folklórico de los Pirineos 2023, el cual en su ya ¡52 edición! y con la participación de variados países de todo el mundo, volvió a llenar una vez más Jaca de música, baile, color y sonrisas, la ciudad celebró posteriormente su Feria del Libro en su vigésimo cuarta edición, una cita totalmente consolidada del verano de Jaca, donde más de 21 casetas de librerías y editoriales, así como actos de presentación y firma de obras de numerosos escritores participantes, más otras actividades relacionadas, contribuyeron en el buen y variado programa previsto para esta cita literaria, desarrollada con éxito un año más.
También la localidad de Villanúa celebró en estos días de este cálido mes de agosto, entre otros buenos y diversos actos organizados, la octava edición de su Feria del Libro y del Cómic, desarrollando, promoviendo y ofreciendo un programa participativo y cultural, donde no faltó tampoco la presencia de diversos autores literarios. Por supuesto, no hay que olvidar que a Villanúa se la conoce como “la Villa Lectora”, algo que no es causal, porque viene por el gran trabajo que viene realizando en los últimos años, a través de la biblioteca municipal, para promover la lectura, su bibliotecaria Míriam Julián, siendo por ello premiada la biblioteca de Villanúa con diversos premios como el María Moliner, otorgado por el Ministerio de Cultura, siendo reconocida por ello por sus proyectos y actividades de dinamización lectora, para así desarrollar la lectura entre todos los colectivos sociales, especialmente entre niños y jóvenes.
Muchas gracias a estas dos localidades de Jaca y Villanúa, donde estuve presente como invitado participante en ambas, y pude ver de primera mano la ingente labor que realizan. Y es que todas las celebraciones locales, comarcales, regionales, autonómicas y nacionales, todas pero todas, son especiales en su riqueza, por eso merecen tanto mimo como cualquier otro tipo de patrimonio cultural que merezca la pena conservarse. Quizás porque aparte de ser un soplo de aire fresco capaz de insuflar aliento de vida y alegría a una parte de nuestra tierra, actos y eventos sociales para divertirse, acceder a la cultura, conocer, descubrir y desconectar, porque todo ello es sinónimo de tradición, cultura y recreo, también son el escenario ideal como motivaciones que agitan la vida social, y de ahí su indispensable trascendencia para el desarrollo de una convivencia saludable.
Sea como sea y por las motivaciones que se esgriman, dentro de todas las actividades musicales, deportivas y otras diversas, también estas citas culturales ejercen un importante papel a la hora de mantener viva toda esa cultura de nuestro país que de otra forma quizás no llegaríamos a descubrir, conocer, disfrutar y compartir…