Vivir despacio

Jubilado en SECOT
02 de Mayo de 2024

Vivimos a golpe de la tecnología. No hay tiempo para cocinar, aumentando la oferta de la "comida rápida". En este mundo de correr y vivir con prisa, estamos perdiendo el sabor de la vida. Queremos hacer "muchas cosas", en el mismo espacio de tiempo, en busca de un bienestar que está produciendo todo lo contrario.

El estrés y la salud mental, característicos del momento, está incidiendo en la vida de muchas personas. Vivir despacio parece de otra época, donde los avances e innovaciones, se producían con más lentitud. Hoy, tenemos alimentos y medicinas, que han logrado una mayor longevidad. El mal del siglo XXI, se llama "deprisa, deprisa", ya sea en las noticias, o en tomar el mayor número de copas o hamburguesas.

Paladear la vida, degustar del placer de una buena conversación, no está de moda. Tal vez, si la IA permite que tengamos mayor tiempo de ocio, comprendamos mejor el sentido de nuestra existencia. Importa más la calidad que la cantidad, porque no estamos compitiendo contra nada ni nadie. "Vísteme despacio que tengo prisa" es una exhortación a la calma y el método. Necesitamos recuperar el sabor de la vida y vivir con mayor plenitud y autenticidad. Tal vez, la sociabilidad aumentaría, disminuyendo la polarización de la vida pública, permitiendo hacer las transformaciones que se necesitan, para un futuro mejor.

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