Mariano Mairal Marín ha fallecido este domingo, 22 de septiembre, a los 95 años, dejando un vacío inmenso en los corazones de todos los que lo conocieron. La música, que siempre fue su refugio y pasión, seguirá resonando para siempre en su familia, amigos y en la ciudad que tanto quiso. Las honras fúnebres tendrán lugar este lunes, 23 de septiembre, a las 11:00 en la parroquia San Lorenzo de la capital altoaragonesa.
Nacido el 15 de agosto de 1929, Mariano fue el sexto de ocho hermanos, hijo de Dominica y Benito. Recibió el varapalo de perder a su madre cuando apenas tenía nueve años, pero su abuela Susana, quien vivió hasta los 103, asumió la responsabilidad de criarles a todos ellos. En la casa de la calle Padre Huesca, y más tarde en Torre Luisa, Mariano comenzó a forjar su camino, rodeado de su numerosa familia y el amor por la música.
A los ocho años, Mariano quedó fascinado por los sonidos, y sin necesidad de clases, aprendió a tocar la bandurria, un instrumento que sería su fiel compañera durante toda su vida. Fidel, su hermano, le regaló la suya, al descubrir su habilidad y su gran vocación.
El destino quiso que en el bullicioso mercado de Huesca conociera al gran amor de su vida, María Nebot Bernat, Marujita. Él, carnicero; ella, vendedora en el puesto de verduras. Se casaron el 16 de marzo de 1956 y construyeron una familia que siempre fue su orgullo. Tuvieron tres hijos, Mariano, María Teresa (Maru) y Susana, y seis nietos: Diana, Iris, Mario, Sara, Belén y Fernando, a quienes amó profundamente.
Mariano fue un hombre comprometido con su ciudad, a la que entregó 13 años de su vida como concejal, ocho de ellos como teniente de alcalde. Su labor fue clave en proyectos como la reforma del Matadero, y su paso por la Cámara de Comercio demostró sus conocimientos como empresario. Pero también fue un incansable defensor de la cultura local, siendo uno de los fundadores de la Orquesta Sertoriana, la Junta de la Jota y la Rondalla Ibercaja.
Hace apenas unos meses, en mayo, sus seres queridos le rindieron un emotivo homenaje en el Salón Azul del Casino de Huesca. Fue un acto conducido por Toño Julve -que le dedicó unas coplas con las que recorrió los grandes hitos de su vida- y donde la música, como siempre, estuvo presente, interpretada esta vez por su nieto Fernando Gascón, junto a Nicolás Florea y Asier Candial, quienes conmovieron a todos con su trío, TheSkullTrio ‘Black & White’.
En sus últimos años, Mariano encontró un nuevo hogar en la residencia Ciudad de Huesca, donde, con su carácter afable y su amor por la vida, conquistó el cariño de todos. Allí hizo muchos amigos y fue querido por el personal, quienes recordarán siempre su sonrisa y su afabilidad.
Hoy, toca despedirse de Mariano, pero su vida deja una bonita melodía de recuerdo, que seguirá resonando en las vidas de sus seres queridos.