Ainsa cuenta ya con un olivo palestino que recuerda el compromiso entre comunidad ainsetana y gazatí

Más de 150 personas acompañan el acto organizado por la plataforma "Sobrarbe por Palestina

17 de Marzo de 2025
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Plantación de un olivo palestino en Aínsa. Foto Carlos Neofato
Plantación de un olivo palestino en Aínsa. Foto Carlos Neofato

El Parque del Mercadillo fue un espacio verde inmediato al centro de Aínsa. Allá, en esta ocasión, se realizó un acto cuyo eje central fue el respeto y la solidaridad para con el pueblo palestino. Este respeto y solidaridad se manifestaron con la plantación de un olivo, concentración de apoyo (en número superior a las cien personas), lectura de manifiestos, declamación de poemas y recitales de grupos del entorno.

Nada más llegar al espacio, nos encontramos con zonas bien delimitadas: un taller infantil con posibilidades diversas, un puesto de venta de camisetas, pañuelos y chapas de apoyo a la causa, un tablado instalado con todo dispuesto y una barra de bar. Como dato curioso, en la barra del bar se ofreció un producto llamado "Palestine", marca de refrescos elaborada por una cooperativa y orientada también a recabar apoyos.

A la hora prevista, subió al estrado Paco Bustillo, de la Plataforma de Sobrarbe por Palestina, quien, a modo de presentación del acto, aludió a las pretensiones de la organización, centrándolas en la defensa y solidaridad con el pueblo palestino. Afirmó que esta era la causa de la humanidad. Se marcaron como objetivos la denuncia del genocidio y limpieza étnica que se estaba cometiendo, la denuncia de ocupación y asentamientos de colonos sionistas, así como de la estrategia de bulos e informaciones falsas. También incidieron en la presión al gobierno español para que tomara medidas tales como evitar la compra/venta de armamento a Israel y la ruptura de relaciones diplomáticas.

Como acciones efectuadas por esta organización, citó manifestaciones diversas en Aínsa, Zaragoza, Madrid y Lenemezán (Francia). Mencionó el apoyo al preso Georges Abdala y la performance remedando un bombardeo con la colaboración del grupo teatral de la localidad.

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Tras la intervención de Paco, otras voces solidarias (algunas llegadas desde Casa Palestina de Zaragoza) utilizaron el micrófono, siendo interrumpidas en numerosas ocasiones con gritos de apoyo a Gaza.

La mañana continuó con la intervención de "Las Tozaludas" y "La Corral", grupos ambos compuestos por mujeres. Las primeras contaron con abundante acompañamiento musical, con un saxo y una percusión omnipresentes y un palo de lluvia de acertados efectos. Las segundas, sin otros recursos más que su voz y sus habilidades gestuales, entonaron a capella. Ambas actuaciones fueron muy aplaudidas por el público asistente.

Tras ello, el público se desplazó unos metros al lugar de plantación del olivo, al que acompañaba una bandera palestina. Se leyó un manifiesto acerca de la simbología del olivo en la cultura de Palestina.

"Palestina tiene algunos de los olivos más antiguos del mundo. Aproximadamente el 45% de la tierra cultivable de Gaza y Cisjordania está plantada de olivos. Heredados de generación en generación, son profundamente valorados por su capacidad para prosperar en tierras donde el agua escasea. Para los palestinos, los olivos son un símbolo del arraigo a su patria y de su resolución de permanecer en ella.

El olivo es fundamental para la economía palestina, pero además forma parte de su cultura: la recolección es un periodo festivo durante el que las familias se reúnen para cosechar los olivos que sus antepasados plantaron años o siglos atrás. Es una fiesta que refleja la historia, cohesión y solidaridad familiar, a la que acuden incluso los parientes que viven en la ciudad.

Para los palestinos en el exilio, el olivo constituye una referencia de la tierra perdida. Porque con la creación del Estado de Israel se demolieron viviendas y aldeas, pero muchos olivos sobrevivieron y se convirtieron en la referencia geográfica de su antigua propiedad.

Desde 1967, la destrucción de los olivares por parte de los israelíes ha sido constante y no solo busca acabar con el sustento económico de los palestinos, sino también eliminar su presencia histórica y los lazos con su tierra, porque según las leyes israelíes, se pueden expropiar aquellas propiedades “abandonadas” por sus legítimos dueños después de tres años de ausencia. En este sentido, los olivos dan protección jurídica a la tierra. Eliminados los olivos, desaparece dicha protección jurídica. En términos legales, la destrucción de los olivares es el primer paso para confiscar la tierra a sus dueños.

Otra razón aducida para arrancar los árboles ha sido la seguridad, dado que, según las FDI, los olivares han sido utilizados como escondite para atacar o emboscar a colonos o militares.

Otro procedimiento utilizado por Israel para dañar los cultivos ha sido la confiscación o destrucción de fuentes de agua. De toda la tierra cultivable de Gaza y Cisjordania, ya solo el 19% se puede regar.

Pese a las denuncias de estos ataques, el 85% terminan sin que se tome ninguna acción y solo un 2% terminan con la condena de un civil israelí.

Para contrarrestar la pérdida de los árboles quemados, arrancados, cortados o envenenados, los palestinos realizan regularmente campañas de reforestación en tierras amenazadas de confiscación y emprenden la recolección de las aceitunas escoltados por organizaciones no gubernamentales como la UNRWA y voluntarios que acuden de todo el mundo.

Paradójicamente, el destruir, negar y sabotear el acceso de los palestinos a sus olivares, no ha hecho sino erigir al olivo en el emblema de la resistencia a la ocupación, convirtiéndolo en el símbolo de la identidad palestina.

Leído el manifiesto y plantado el olivo con las manos entusiastas de hombres y mujeres de edades diversas, se procedió a engrosar la foto de grupo. Y, tras ello, a comer en comunidad (versión omnívora y versión vegana, según elección) y aguardar a que comenzara la sesión musical de tarde en la que participaron "English in the Middle", "Mulabandha" y "Endorphine". Recitales que el tiempo, según nos confirmó la organización, respetó.

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