La comunidad ortodoxa rumana de Huesca, representada por la Asociación Rumana Fraternidad, celebró con entusiasmo el Día de la Mujer y el Día de la Madre en un evento lleno de actividades especiales.
Durante la celebración, se realizaron tarjetas con forma de corazón y pulseras para regalar a las madres en su día. Además, se prepararon cruces halagadoras para los hombres como un gesto de aprecio recíproco.
Los niños fueron muy aplaudidos por sus canciones y poesías en rumano, e interpretaron el tradicional "martisor" como símbolo de la llegada de la primavera.
Después de disfrutar de las festividades, todos compartieron platos típicos de Rumanía y tartas en un ambiente de alegría y fraternidad.
A todas las mujeres presentes se les obsequiaron rosas como muestra de admiración y respeto. Fue un día repleto de amor y gratitud hacia todas ellas, en un merecido reconocimiento.