Dicho y hecho. Ignacio Almudévar, después de la última romería de San Gregorio en la errmita de San Cosme y San Damián de Panzano, se comprometió consigo mismo (comprometerse con su conciencia es mejor que cualquier contrato) a fabricar unos bancos en su empresa, Agropal, para suplir una carencia que en este precioso enclave se venía manifestando: asientos para reposar.
Cien días después, el puedo prometer y prometo se ha convertido en realidad y los asistentes de los pueblos de las nueve cruces (Panzano, Santa Cilia, Aguas, Coscullano, Sipán, Loscertales, Almunia del Romeral, Castejón de Arbaniés y Arbaniés) disfrutarán en la romería de septiembre de una forma de disfrutar relajadamente de los oficios religiosos como los que presidieron el 5 de mayo los sacerdotes Rafael Samper y Antonio Romero.
En este contexto de Vadiello, en terrenos propiedad del Ducado de Villahermosa pero de uso público para el disfrute y la oración, habían desaparecido en la última reforma los bancos. La devoción es tal que, en las dos romerías, llegan gentes de toda la redolada y también "algunos que vienen a despedirse de la vida. Siempre dicen que va a ser su última vez", explica Ignacio Almudévar.
Dificulta además la ausencia de infraestructura para el descanso la reunión antaño acostumbrada de compartir alimentos y bebidas para favorecer la convivencia, de tal modo que las romerías de hoy concluyen en cada pueblo con una comida popular, pero se ha perjudicado la posibilidad de convivencia junto a la ermita. Así que Ignacio Almudévar, que también demanda para las ciudades más bancos e igualmente servicios públicos que ya no existen, ha realizado estos bancos en polipropileno y los ha donado e instalado. De esta manera, si el espíritu de Ana Francisca Abarca de Bolea tiene el antojo de volver para recitar su romance a Guara, comprobará que efectivamente se ha despertado. Y si volara el alma de Ramón J. Sender, vendría a reposar al lugar que siempre le inspiró.
De esta manera, si alguien quiere encontrar una musa, seres fantásticos, almas blancas o, simplemente, un poco de devoción y ambiente de meditación, podrá hacerlo con la serenidad que ofrecerán los bancos, que fueron de Ignacio Almudévar en su concepto, de Agropal en su realización, pero hoy quedan al cargo de Cosme y Damián, santos que fueron.