En Alzheimer Huesca no quieren buenos principios sin prometedores broches de oro. La asociación piensa en 2024 con el regusto dulce de un 2023 estupendo, en el que ha consolidado servicios, ha entregado cuidados y muchos afectos, y, además, ha profundizado en sus políticas de calidad certificadas con el maravilloso colofón de la final del Premio a la Excelencia Empresarial. Demasiados motivos como para dejar pasar este preludio de la Navidad sin un brindis. De los buenos, de los que se liban con palabras de amor tan dulces y tiernas, que canta Serrat.
El Brindis Navideño de Alzheimer Huesca se ha celebrado en una velada al gusto. Al de sus usuarios, al de los familiares, al de los cuidadores, al de las trabajadoras, al de los empleados, al de la Junta Directiva, incluso al de la Coral Diego Pontac dirigida por María Ángel Leo, que ha puesto al servicio del amor por la música su abanico de voces prodigiosas, las que siguieron a la palabra dada por el sacerdote, al pequeño saludo pero entrañable y lleno de verdad de la presidenta, Conchita Bailac. A lo largo y ancho de todo el espacio, una sonrisa colectiva imborrable.
A partir de ahí, los modernos teóricos dirían que se inició un "networking", pero fue una "nethappyness", o una "netfriendly", una red de felicidad, de amistad, de amabilidad, en medio del sello de Miguel Escuer -que saben todos que es riquísimo-, de los empanadicos de calabaza, de los buenos vinos del Somontano (ahí discurren Lalanne, Pirineos...), del burbujeante cava. Lo que era un centro terapéutico, repentinamente, convertido en un espacio para los mejores deseos, las risas, los besos y los abrazos, los recuerdos -en el templo donde tanto se sacralizan- y los deseos. Y Feliz 2024, en el que los proyectos abundan y el espíritu se refuerza.
LA EXCELENCIA COMO CAMINO
La Excelencia no es un fin, sino un camino con un objetivo: los enfermos de alzhéimer. Ante el incremento de las necesidades, la eficacia viene fuertemente exigida por el foco de la acción de la asociación. Sólo así se puede entender el momento mágico en el que la ilusión se apoderó de toda la familia de Alzheimer Huesca: Finalista a la Excelencia Empresarial en Aragón 2023 en la categoría de entidad no lucrativa.
La representación de la asociación quedó tan encantada con el veredicto, por el que se proclamó vencedora la hermana entidad Valentia, que bien pudieron haber cantado, como en el final de la imponente película "Campeones", aquello de "subcampeones, subcampeones", para celebrarlo como la victoria que fue. El triunfo del compromiso, de la sensibilidad, del esfuerzo, en vísperas del 30 aniversario, que llega en 2024. Se avecinan grandes retos, objetivos y acontecimientos que harán historia.
En esa vía profundiza Alzheimer Huesca con la idea fija de mejorar la calidad de vida de las personas a las que se atienden, cuya dignidad está tan intacta que no tenemos nada mejor que hacer que asistirlas. EFQM (European Foundation for Quality Management), el modelo de gestión que se ha autoimpuesto la asociación y la ha adaptado a su función: Enfermos y Familiares Quieren su Memoria. Al fin y a la postre, también es EFQM. Un patrimonio cuya conservación está en manos de todos.
Las manos de los cuidadores de Alzheimer Huesca brotan del corazón y se complementan con esa mirada pletórica de cariño. El afecto es el motor del compromiso. De los trabajadores, de los socios, de los colaboradores y de los voluntarios.
Alzheimer Huesca es una organización resiliente. Ha sobrevivido a graves penurias y ha dificultades, ha tocado la varita de la magia y ha convertido su misión en un canto a los valores. Que son también los de Navidad. Así que brindemos todos por todos, a los acordes de la Coral Diego Pontac y de los latidos del corazón de quienes esta noche de martes han disfrutado de una bella fiesta.
P.D.: Con mayor velocidad de la que se montó prodigiosamente toda la fiesta, en minutos todo quedaba expedito para, esta mañana, comenzar la atención a los usuarios. A eso se le llama excelencia. Esa es la misericordia humana que todo lo puede.