El Brindis Navideño de la Asociación Alzheimer Huesca se ha llenado de mensajes de amor, compromiso y entrega en el Centro Recuerdos, palabras de sabiduría y canciones de siempre a cargo del Coro Popular de la Universidad Ciudadana dirigido por Isabel Arilla. Usuarios, familias, trabajadores, socios y voluntarios se han congregado la noche del jueves en un cálido ambiente en el que no ha faltado un llamamiento al incremento de los socios ante una realidad de exigencia creciente por el envejecimiento de la sociedad.
Varios productores han contribuido a la alegría imperante en la velada, a los que la gerente, Nekane Rosa, agradeció su generosidad: Carnicería Miguel Escuer, Supermercados Altoaragón, Pastelería LOA, Distribuciones Blasco-Mahou y las bodegas Sommos, Viñas del Vero, Edra Bodegas y Viñedos, Lalanne y Valdovinos. Entre el público, las concejalas Marta Escartín -responsable de Acción Social- y Concha Bailac.
Irene San José, presidenta de Alzhéimer Huesca, la ha definido como "una gran familia. Este centro tiene el gran valor de ser una familia. Todos los que trabajan aquí trabajan con amor, y se llena de valor en su día a día cuando ves su labor cotidiana con los usuarios". Ha reconocido que "ha sido un año duro y los trabajadores están dando mucho de sí. Como junta, queremos que la Asociación reflote, porque es esencial en la sociedad. Desgraciadamente, el alzhéimer está presente, puede llegarnos en cualquier momento, si no a nosotros, a alguien de la familia. Alguien en tu camino puede padecerlo. El alzhéimer cambia las vidas, nos enseña mucho, puede llenarnos de ternura y de amor, pero realmente es una cosa complicada".
La presidenta atribuye a la asociación "una labor fundamental, no solamente mimando, cuidando, acompañando, sino también informando, formando, procurando que la enfermedad sea lo más lenta posible y dando esperanza, sobre todo de que la investigación, toda la que se hace en el mundo, llegue en algún momento a librarnos de ella. El alzhéimer, como decía un gran hombre con el que tuve la suerte de vivir muchos años, sólo se curará si todos aportamos. Con la ayuda de todos. Es una enfermedad multidisciplinar y necesita de todos. Y hago un llamamiento a la sociedad oscense para que sea consciente de que Alzhéimer Huesca es una asociación fundamental, que desgraciadamente tenemos que estar aquí y la Junta Directiva se ha propuesto hacerla más grande, hacer más socios. Se pueden hacer de manera individual, buscamos la ayuda de las instituciones, empresas y particulares".
Ha concluido Irene San José que la Asociación no puede estar falta de recursos. "Tenemos mucho que hacer, muchos proyectos, podemos ayudar mucho y necesitamos a ser muy solventes. Por eso os animo a que os hagáis socios, que también desgrava. Y también os pido que nunca os canséis de amar a todas las personas que tenéis a vuestro lado y, sobre todo, a los que más os necesitan, que son los afectados".
"A POR LAS OPORTUNIDADES"
La gerente de Alzhéimer Huesca, Nekane Rosa, ha resaltado que se trataba de un momento especial para "mirar atrás y valorar todo lo que hemos vivido juntos este año. Sabemos que el 2024 ha sido un año lleno de retos, con días complicados y otros llenos de aprendizajes. Pero, si algo hemos demostrado como comunidad es que, unidos, podemos superar cualquier dificultad".
Ha agradecido a las familias su "fortaleza, amor y ejemplo. A los socios y usuarios, por seguir caminando con nosotros, dándonos sentido y propósito. A nuestro equipo, por vuestro esfuerzo incansable y por hacer que Alzhéimer Huesca sea un lugar donde cada persona se siente cuidada". Gratitud extendida a las administraciones y a los colaboradores externos, entre ellos los productores citados.
"Hoy, más que nunca, quiero que miremos al futuro con esperanza. Este año nos ha enseñado que, aunque el camino no siempre sea fácil, podemos recorrerlos juntos, apoyándonos los unos en los otros. 2025 nos espera con nuevas oportunidades y con la certeza de que, como comunidad, seguiremos creciendo y cuidándonos. Os deseo unas felices fiestas, llenas de alegría, serenidad y momentos para compartir con los que más queréis. Sigamos juntos, con ilusión y fuerza, hacia todo lo que está por venir", concluía la joven gerente de Alzheimer Huesca.
FELIZ HUMANIDAD, FELIZ NAVIDAD
Josan Montull, sacerdote salesiano, ha acompañado con sus palabras llenas de verdad a los reunidos con un brindis profundo y sentimental. "En este tiempo tan especial en el que la esperanza y el amor quieren colarse por las rendijas de nuestra existencia, nos reunimos para celebrar la vida y la fortaleza de quienes comparten este espacio, donde el cuidado, la comprensión y la dedicación se entrelazan para crear un hogar donde nuestros seres queridos encuentran refugio".
Ha afirmado que los cristianos "celebraremos el estallido de la vida en la Historia con el nacimiento de Jesús", lo que llamamos "muy solemnemente la Encarnación; es decir, Dios e hace carne, se hace un niño, una persona". Se descubre así que "Dios tiene una gran fe en el ser humano. No ha querido ser una súper estrella, un supermán, un ser extraterrestre, un héroe con súper poderes... sino un bebé, una criatura". Una fe en los hombres y mujeres que no acaba en Belén porque Jesús apostó por "las personas de una manera superlativa". Por encima del racismo, "puso a un samaritano como ejemplo de solidaridad por más que esto fuera ofensivo para los judíos". "No rechazó a nadie por pensar distinto, habló con el centurión romano, propició la curación de su criado y puso al romano como modelo de fe". Trató a las mujeres "con toda la dignidad del mundo", se saltó la ley y las tradiciones religiosas para acercarse a los que sufrían, leprosos, enfermos y locos a los que dio dignidad, "bendijo, curó, amó..."
Hubo de refugiarse, agregaba Josan Montull en el Egipto politeísta que le amenazaba con acabar con su vida, fue rechazado por los profesionales de la Religión y crucificado acusado de blasfemia. "Es el mismo cuyo nacimiento celebramos en Navidad. Es, ni más ni menos, la Encarnación, la manifestación de la opción de Dios por el ser humano. Por eso, no hay otro modo de celebrar la Navidad más que acercarse con un respeto reverencial a cada persona".
Establecía el sacerdote la urgencia de "amar, perdonar, saludar, reconciliarse, intentar descubrir lo bueno de cada uno... seguir celebrando la Encarnación en cada momento de nuestra historia. Cada hombre, cada mujer, es imagen de Dios, Dios e ha hecho humano. Urge, pues, vivir humanamente".
También habló en términos de gratitud a las personas que hacen posible el Centro Recuerdos, "por su paciencia, su cariño y su profesionalidad. Gracias por brindarles a los enfermos y sus familias un lugar donde sentirse seguros, queridos y valorados. A las familias, les queremos decir que no están solos. Que en este centro encuentran un apoyo incondicional y una comunidad que los comprende. La Enfermedad de Alzheimer es un desafío, pero juntos podemos enfrentarlo con valentía y esperanza".
Ha regresado al discurso navideño de Dios que se hace hombre y se hace el gran necesitado. "Acerquémonos reverencialmente a nuestros enfermos... En la dura debilidad de nuestros enfermos podemos encontrarnos con la luz de Belén". Finalmente, ha pedido que el Niño Jesús brinde la fuerza para seguir adelante. "Así, nuestra Navidad no será puro espumillón, tan brillante como vacío, tan sintético como carente de alma. Atrevámonos a vivir humanamente. Feliz humanidad. Feliz Navidad".