El Campus de Huesca de la Universidad de Zaragoza ha culminado con la lectura de un manifiesto y la celebración de un flashmob una semana de actos diseñados para potenciar la igualdad entre mujeres y hombres, evitar la brecha de género y trabajar por una sociedad más democrática y justa.
Este acto central de la programación organizada con motivo del Día Internacional de la Mujer, que se celebra el 8 de marzo, ha tenido lugar en la plaza de la Constitución, bajo una lluvia persistente, frente al edificio de la Facultad de Economía y Empresa.
Antes, en la Facultad de Ciencias Humanas y de la Educación, el profesor de Lingüística y Literaturas Hispánicas José Luis Aliaga Jiménez ha impartido la conferencia 'Lenguaje inclusivo: entre la teoría lingüística y las políticas públicas'
Tannya Merizalde, estudiante del Máster en Turismo, ha sido la encargada de leer el 'Manifiesto Universitario del 8 de Marzo', remitido por la Conferencia de Rectores y Rectoras de España (CRUE). Este acto se ha repetido en todos los centros del país.
Le ha seguido un flashmob contra la violencia machista. La iniciativa ha sido liderada por profesorado y estudiantes del área de Expresión Corporal de la Facultad de Ciencias de la Salud y del Deporte, y ha contado con la participación de alumnado de diversos centros del campus.
Liesa ha explicado que desde la Universidad se trabaja en muchas líneas para acabar con la brecha de género. "Tenemos dos planes de igualdad desde el año 2023 y oficinas de igualdad en cada uno de nuestros campus y contamos con la Oficina para la Protección contra la Violencia de Género. Estamos realizando muchas acciones para que la mujer esté donde tiene que estar".
La vicerrectora ha comentado que, aunque la matrícula cuenta con más mujeres que hombres, persiste un desequilibrio en las titulaciones, especialmente en las carreras STEM. "Estamos realizando muchas acciones desde los primeros niveles de la educación para potenciar el acceso de la mujer a las carreras más científicas", ha concluido Liesa.
El estudiante Víctor Mateo ha considerado muy positivo celebrar el Día de la Mujer y, atendiendo a su especialidad, el campo del deporte, ha estimado que hay que brindar mayor apoyo a los equipos femeninos, que cuentan con la misma promoción que los masculinos. "Aquí hemos sacado hace poco un club de voleibol femenino en el que poco a poco se van uniendo cada vez más niña", ha indicado.
Yinchu Ma, estudiante del Máster de Planificación y Dirección de Turismo originario de China, ha subrayado la necesidad de proporcionar un acceso fácil a la educación primaria, secundaria y superior para las mujeres, no solo de la Unión Europea, sino a nivel global.
En una comparativa entre China y España, Yinchu Ma considera que, en lo sustancial, en los valores y principios, no existen grandes diferencias, las mayores variaciones afectan a las expresiones culturales.
EL MANIFIESTO
Este es el manifiesto que ha leído Tannya Merizalde: El 8 de marzo es una jornada de reivindicación, una jornada que conmemora la lucha de las mujeres por la igualdad de derechos, la justicia y la equidad de género. Se ha convertido ya en un día emblemático, que sirve además para sensibilizar a la sociedad y abogar por un mundo más igualitario.
El lema de la ONU para este 2024, «Financiar los derechos de las mujeres: acelerar la igualdad», nos anima a invertir en políticas para avanzar en la igualdad de género como un imperativo desde la perspectiva de derechos humanos y una piedra angular para crear sociedades más inclusivas, que benefician a todo el mundo. El lema destaca la certeza de que las mujeres tienen mucho que ofrecer al desarrollo de nuestra sociedad y que esa apuesta mantiene, también, una dimensión económica, porque excluir o reducir su participación supone, al final, un empobrecimiento social y cultural, sí, pero también económico. Incrementar la participación de la mujer en toda clase de dinámicas sociales no sólo es un imperativo ético, sino también un recurso económico: mucho pierde la sociedad que olvida el talento y el esfuerzo de la mitad de su población.
El 8 de marzo vuelve a ser una oportunidad señalada en el calendario para despertar las conciencias: la igualdad es un objetivo prioritario de cara a alcanzar una sociedad libre, una sociedad en la que ninguna persona disfrute de injustos privilegios ni se vea perjudicada por no menos injustas discriminaciones. La educación es fundamental desde las primeras etapas y son las familias, junto a los centros educativos, los que tienen que aunar esfuerzos en esa tarea.
En esas coordenadas, la responsabilidad de la universidad, como máxima instancia de educación superior, es fundamental. La universidad debe coronar los esfuerzos de todo el sistema educativo, a través de una visión multidisciplinar en la que realicen sus aportaciones todas las áreas de conocimiento, todas las especialidades. Con ese objetivo, la universidad buscará posibilidades y facilitará el compromiso de los poderes públicos de financiar adecuadamente ese nuevo escenario de transformación y cambio.
Renovamos hoy, por tanto, nuestro compromiso con la igualdad efectiva, luchamos por la eliminación de cualquier tipo de violencia contra las mujeres y nos comprometemos, como universidades, a que toda nuestra actividad docente e investigadora se inspire en esos principios. Ese es el único camino para alcanzar un mundo más justo y equitativo.