Antonio Benedetto Carpano inventaba en 1786 el vermut, atendiendo a la demanda de los clientes de su bar en Turín (Italia). El vermut que por aquel entonces era llamado “Carpano” en honor a su creador consistía en un vino enriquecido por hierbas fragantes y aromáticas. Esta bebida era la elegida por los nobles de Piamonte, que llegaban al bar de Carpano para probar la nueva bebida. El Carpano se servía según el gusto de cada cliente: se le agregaba vainilla para quien lo quería más dulce o extracto de quina para quien lo prefería más amargo.
Punt e Mes es un producto con una historia legendaria. Se cuenta que en 1870 en la tienda Carpano, un agente de bolsa en una discusión con los colegas pidió el vermut con una media dosis de quina, utilizando una expresión dialectal “Punt e Mes”.
La particularidad que tiene Punt e mes respecto de otros vermut es justamente a lo que refiere su nombre, que significa “Punto y medio de amargor”. El curioso origen de la nueva denominación fue poco después exaltado por una particular costumbre de los asiduos del local de pedir el Punt e Mes con un gesto. De hecho, bastaba que el cliente le hiciera al camarero un gesto que consistía en levantar el pulgar (un Punt) y en trazar después una línea horizontal en el aire (Mes) con la mano recta para obtener inmediatamente el Punt e Mes deseado.
Punt e Mes se elabora a partir de una combinación de vinos blancos secos, reforzada con alcohol y endulzada con azúcar, a la que se añade una mezcla de más de 15 plantas aromáticas, todo ello hace que tenga un sabor único en su especie. De color anaranjado con tonalidades topacio, en nariz tiene un aroma característico del vino y de las especias asiáticas. Y en boca se muestra dulce pero con notas amargas, características de la corteza de la naranja.
¿Cómo se toma? El Punt e Mes se toma igual que el resto de los vermut. Puede tomarse solo o combinarse con soda o alguna bebida carbonatada de pomelo o limón, por ejemplo, en caso de querer hacer un trago más fresco. Punt e Mes tiene un color anaranjado con tonalidad topacio y está caracterizado por perfumes que remiten a las hierbas oficinales, quina, caramelo tofe y clavo. El gusto es dulce, caracterizado por un intrigante sabor de piel de naranja.
Es óptimo solo combinado con piel de naranja, y se presta también a ser tomado como base para cocktail. El vermut es una bebida de origen italiano cuya base está formada por vinos blancos, fuertes y aromáticos, que se maceran con hierbas y condimentos, como la genciana, la manzanilla, la vainilla o el ruibarbo. Según el azúcar que contienen, se suelen diferenciar en secos (dry) y dulces, pudiendo ser estos últimos blancos o rojos. Su graduación está entre los 16º y los 18º.
La palabra “vermut”, curiosamente, parece provenir del alemán. Un medieval piamontés cuenta, en el libro “Los secretos del señor Alessio”, que había conocido en Baviera una bebida obtenida del ajenjo que se tomaba antes de comer. En alemán, “vermut” viene a ser ajenjo, hierba amarga. Hay quien dice que la palabra viene de “veran” (levantar) y “muth” (espíritu en lenguaje teutónico arcaico). Aunque el vermut difiere de la absenta, el nombre permaneció.
Hay vinos aromatizados desde muy antiguo, como se refiere en La Odisea (vino con hierbas egipcias), en la mitología o en Dante (el ave Fénix bebe algo parecido al vermut para resurgir de las cenizas). Los romanos tomaban un vino con incienso, ajenjo, nardo y mirra.
El cocktail: NEGRONI
Ingredientes:
3 cl. de Carpano Punt e Mes
3 cl. de Ginebra
3 cl de Bitter
1 rodaja de naranja
Hielo
Preparación:
Llenar de hielo un amplio tumbler bajo. Echar 3 cl. de Bitter, 3 cl. de Carpano y 3 cl. de Ginebra. Mezclar delicadamente y adornar con una rodaja de naranja.