La mañana del 27 de octubre de 2024 será recordado en los anales del Gremio de Pasteleros de la provincia de Huesca por la entrega del I Premio Nacional de Pastelería Vicente Ascaso Martínez, que ya está en manos de uno de los grandes referentes nacionales e internacionales, Christian Escribá, que tras recibir un trofeo "precioso" ha pronunciado una brillante apología de los valores de los valores de este oficio, que no es sino "generador de pequeños momentos de felicidad en las personas".
El acto en la Plaza Luis López Alluè ha contado con la presencia de los alcaldes de Huesca y Tarbes, Lorena Orduna y Gerard Trémege, concejales y miembros del Gremio de Pasteleros encabezado por Jesús Tolosana.
Sura Ascaso ha asegurado, tras escuchar la glosa de Luis Laiglesia, periodista presentador del acto, que Cristian Escribá es un pastelero al que su familia ha admirado "toda la vida". Ha agradecido a los compañeros del Gremio, en el que "todos pensamos igual, en el sentido de ayuda mutua, de progreso. Si a uno nos va bien, a todos nos va a ir bien, desde el que más manda hasta el último aprendiz".
Ha deseado la hija de Vicente Ascaso inspirarse en Christian para esperar que el premio le "ilusione, sorprenda y te proporcione un momento único e irrepetible".
Ha valorado el trofeo del artista Isidro Ferrer, que tiene "alma y un componente muy cercano a lo nuestro" desde el cariño que tenía a Vicente Ascaso Martínez.
"ES PRECIOSO"
Christian Escribá ha recibido el premio entre exclamaciones de "¡es precioso!. "Precioso como objeto y por lo que significa y el nombre que lleva. A Vicente, como a mi padre, como muchas personas, con gente que siempre están y estarán. Hay un más allá de la pastelería. Son valores que nos ayudan a crecer y nos dan fuerza. Como la paciencia o la generosidad. Por esto hacen que las familias sigamos en lo mismo. No sé por qué. Yo estaba con mi padre y me sentía a gusto. Y con Vicente supongo que sucedería exactamente lo mismo".
Ha aludido a otros valores como el compromiso y el foco en los clientes, "el agradecimiento a los clientes. Hay toda una serie de componentes que forman tu vida. Y la pastelería es lo que tenemos cerca: el azúcar, el chocolate, las galletas... Y nos expresamos con esto. Y tenemos la suerte de tener clientes que entienden esta manera de comunicarnos".
Christian Escribá, en su condición budista, se muestra sereno. "Hay años que son complicados pero, en compensación, tenemos un oficio. La pastelería tiene algo mágico. Cuando tú haces una pastelería que te sale del alma y la haces para alguien el reconocimiento que tú ves lo notas al instante. Y esto es fantástico. Los pasteleros somos generadores de pequeños momentos de felicidad en las personas. Esto se mantiene con la tradición, que es cultura, y la cultura no sólo está en los libros o la arquitectura, sino en la gastronomía".
Ha concluido con una convicción. "A mi equipo siempre le digo cuando recibimos un premio que, cuidado, ahora hay que honrarlo. Agradecerlo primero, pero honrarlo viene después".
Ha confesado un secreto. Cuando venía en el AVE, le pidió al ChatGPT un discurso de quinientas palabras con este motivo: "Lo tengo en el maletero".
En el coloquio mantenido con Luis Laiglesia, ha manifestado su admiración por Raúl Bernal, "un pastelero divertido, creativo y serio al que quiere todo el gremo", y exhibido su particular equilibrio entre el realismo de su mujer y las alas que Ferrán Adriá da a sus "pequeñas locuras".
"VA A HABER MÁS DULCE"
La alcaldesa de Huesca ha valorado que, pese a la climatología, "el éxito de esta feria ha partido de vosotros, los pasteleros". "Hemos sido capaces de llenar de sabor y color, de endulzar la vida de todos los oscenses y los visitantes que han venido a vernos este fin de semana y daos las gracias por instituir el premio y otorgarlo a un referente como Christian Escribá. Es un honor de que hayas podido disfrutar de Huesca. El listón lo hemos dejado más alto que a ver cómo lo hacemos el año que viene, Sura".
Ha prometido que va "a haber más dulce, os prometemos que vamos a seguir trabajando todos juntos y que Huesca va a brillar como merece y ya lo veis: luz, color, dulce y alegría".