Las clínicas veterinarias y veterinarios de animales de compañía están convocados a un paro de una hora, entre las 11 y las 12 de la mañana, este martes día 11 de febrero para protestar por las consecuencias del Real Decreto 666/2023 de 18 de julio que regula la distribución, prescripción dispensación y uso de medicamentos veterinarios.
Las condiciones que establece el decreto, las dificultades para la aplicación del registro Presvet (Sistema Informático Central de Control de Prescripciones Veterinarias de Antibióticos) que además multiplica la carga burocrática y las brutales sanciones que van desde los 600 a los 3.000 euros las leves a los 3.001 a 60.000 las graves y de 60.001 a 1,2 millones de euros las muy graves.
El presidente del Colegio de Veterinarios de Huesca, Fernando Carrera, ha asegurado a EL DIARIO DE HUESCA que este paro de una hora precede a la reunión del Consejo General de Colegios de la Profesión Veterinaria de España del viernes en la que se adoptará una postura común en defensa de la profesión.
El Real Decreto, que tiene su fundamento en la Ley 1/2025, que pende del Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación, pretende establecer un control de las prescripciones de antibióticos a animales de compañía. Carrera Marín asegura que se trata de una normativa que incrementa la ya de por sí cargada tramitación en las veterinarias y además buena parte de su contenido es insuficiente porque "los veterinarios hemos demostrado el compromiso en el uso responsable de los antimicrobianos". Sostiene que están muy sensibilizados con la correcta praxis de la profesión y la protección de los animales.
De hecho, los Colegios ya contaban con la herramienta Prescrivet 2.0 diseñada para la Gestión de la Receta Electrónica Veterinaria por parte de todos los agentes activos que puedan beneficiarse de la misma.Cada veterinario prescriptor debe disponer de un Certificado Electrónico de Firma Digital que acredite la identidad del mismo y la validez y legalidad de la eReceta.
Prescrivet ya está en vigor y ahora se le suma el control a través de Presvet, para el que presumiblemente el Consejo General puede perdir la moratoria para la adaptación por los veterinarios. "Hay inquietud porque la profesión tiene que ser oída. A través de nuestro ejercicio, somos conscientes de que hay algunos antimicrobianos cuyas fichas técnicas no reflejan textualmente algunas facultades que nosotros apreciamos. Nos quitan la libertad de prescripción y no admiten nuestras aportaciones que están amparadas en la ciencia".
No se contemplan, por otro lado, las dosis que, al tener que adquirir en farmacia, no están dimensionadas para las necesidades de los animales de compañía, y por otro lado, dentro del sector, se pregunta por qué no se acomete la reducción del IVA del 21 % actual, teniendo en cuenta "que los animales tienen efectos terapéuticos para muchos sectores como los mayores, los niños o las personas con discapacidad".
El caso es que la tenencia de animales de compañía se complica con la Ley de Bienestar Animal que exige chips incluso para los gatos caseros y ahora con este Real Decreto que da la sensación a los veterinarios de "ser los últimos en la cadena de la salud en nuestro país", explica una profesional.