Les reúne la devoción que tienen por una marca mítica. El objetivo es socializar y, muy importante, mover unos vehículos que son históricos y son una pasión. El Club Porsche de Aragón ha salido esta mañana de Zaragoza y, con veinte unidades del medio centenar de socios que lo integran, han alcanzado la primera rotonda de Huesca para disfrutar de un café en El Trinche. Allí se han incorporado los últimos para saludarse, tomar un café y llevar sus orgullos automovilísticos hacia Vadiello. Luego, regreso por Bandaliés hasta Siétamo y, desde la villa, una ruta por Ola, Novales, Sesa, Venta de Ballerías y Alberuela de Tubo, con meta en Sodeto, donde la colaboración del Ayuntamiento y la buena mano en la cocina de Ismael Viñuales han hecho el resto.
Proceden de Zaragoza, de Huesca y de Navarra y una vez al mes se concentran, habitualmente para almorzar. "Sobre todo, para mover los coches, porque se emplean poco y va bien para todos". Es Enrique Echegoyen, presidente del Club, acompañado de Alberto Sazatornil. "Son coches antiguos que tienen un valor". Muchos de ellos son Porsche Carrera, pero se aprecian magníficos Spyder. "Son inagotables", sentencia Echegoyen.
Poco después, por allí asoma Gonzalo Mateo, que fue campeón de rallys de España. Exhibe orgulloso su Porsche Date Gas diseñado ni más ni menos que por Antonio Zanini, el mítico campeón del mundo de rallys. Tal y como salió de la fábrica, está conservado. "Sin calefacción ni aire acondicionado, sin tapicería. Es muy incómodo y hace un ruido tremendo". Pero es la joya de Gonzalo, exactamente igual que sienten fascinación por sus Porsche el resto de los que se congregan en Huesca. Un placer, como estos soberbios vehículos, "inagotable". "Si lo tienes, nada hay más grande sobre ruedas".