El 31 de enero es un día de fiesta y alegría en el Colegio Salesiano, que conmemora la festividad de su fundador, San Juan Bosco. "Tenemos la agenda repleta de actividades para que nuestro alumnado tenga un día de fiesta, de encuentro, de celebración y de reunión en torno a su figura y los valores que nos transmitió: de verdad, de ayuda a los demás, de vivir la vida con alegría y con positividad", ha señalado Jorge Broto, director pedagógico de Infantil y Primaria.
Toda la programación se ha diseñado con el propósito de que la jornada sea lo más divertida y alegre posible para todo el alumnado y la comunidad educativa. A lo largo del día, se han llevado a cabo celebraciones de la eucaristía, una chocolatada, actividades deportivas y, este jueves, un acto por la paz, una tradición profundamente arraigada en el centro.
"San Juan Bosco fue un gran pedagogo que fundamentó uno de sus valores: que los chicos tenían que estar siempre alegres, y estando alegres, estando bien, podemos aprender. Y hoy es un día de compartir en alegría", ha señalado la directora, Isabel Belenguer.
El Día del Fundador se celebra en todas las casas y colegios Salesianos de España y del mundo, siendo "un día especial de compartir en familia", marcado por grandes celebraciones en la iglesia y momentos de agradecimiento a Dios. "Como comunidad educativa, ayudamos a niños y a jóvenes a sacar lo mejor de cada uno de ellos", ha añadido.
Las actividades en torno a la figura de San Juan Bosco no se limitan a un solo día, sino que se extienden a lo largo de toda la semana y, en muchos casos, casi durante todo el mes, promoviendo "valores de solidaridad, de ayuda, de empatía, de escucha activa, de comunicación".
"Aprovechamos para trabajar todos los valores que como personas nos aporta, para transmitirlos a los chicos y las chicas. Durante toda su escolarización, esta semana y este mes se refuerzan más la figura de San Juan Bosco", ha agregado.
La directora destaca que, cuando se le pregunta a un alumno salesiano de cualquier lugar, no solo de Huesca, por su escolarización, suele recordar días significativos como este, en los que la alegría y el sentido de comunidad se hacen más visibles.
En estas fechas, los antiguos alumnos que permanecen cerca, ya sea cursando Bachillerato o incluso participando en la celebración de hoy, regresan al colegio. "Hemos visto gente que se acerca a saludarnos, a comer un poco de chocolate, a rezar también a María Auxiliadora y a acordarse de este día tan especial", comenta.
Por su parte, Josan Montull, responsable de la comunidad salesiana, recuerda la figura de Don Bosco como "un gran soñador, un hombre y un sacerdote que, desde la humildad y desde la pobreza absoluta, supo descubrir a los jóvenes más pobres, a los más humildes, a los más excluidos. Supo creer en ellos y soñar con ellos. Somos hijos de un soñador".
"Cada 31 de enero, las casas Salesianas en todo el mundo, en los 133 países en los que están presentes los Salesianos, se visten de fiesta. Y en Huesca, como no podía ser de otra manera, la fiesta ya ha empezado hace unos días. Comenzó con el festival, el teatro infantil y juvenil que desde hace 42 años se lleva a cabo en nuestra casa y que ha concluido de una manera espectacular", ha añadido.
Josan Montull asegura que, para los Salesianos, la fiesta no es solo un momento de descanso, sino una actividad educativa en la que creen profundamente. "Entonces, con los niños y niñas, con los chicos y chicas y con los antiguos alumnos y alumnas que van a celebrar también unos días muy importantes, intentamos revivir y agradecerle a Dios en la fiesta la historia de aquel soñador que soñó con un mundo en el que los jóvenes tuvieran acogida".
A lo largo de la mañana, han visitado el colegio la directora provincial de Educación, Mónica Martínez, y el jefe provincial de la Unidad de Programas Educativos, Guillermo Gómez Mur. "Venir a Salesianos, siempre es un momento de gratitud absoluta porque nos encanta estar aquí. Es un colegio que siempre nos ha recibido muy bien", ha comentado la responsable del Gobierno de Aragón, quien ha destacado la implicación del centro con la educación de los niños y el esfuerzo por "hacer de ellos unas personas cada vez más enriquecidas en valores".
"Realmente, necesitamos referentes que nos transmitan esos valores", ha añadido.
Mónica Martínez ha compartido que tiene una vinculación personal muy importante con este centro. "En mi casa, mi hermano ha venido siempre a los Salesianos, fue antiguo alumno y presidente de los antiguos alumnos. Tanto San Juan Bosco como María Auxiliadora son figuras muy importantes en mi casa por diversos motivos. Han estado siempre muy presentes en mi familia".
La celebración de San Juan Bosco no solo refuerza los valores fundamentales que defiende la comunidad Salesiana, sino que también ha constituido una jornada llena de alegría para los niños, que han disfrutado de momentos especiales como la chocolatada, mientras se empapaban de los valores de solidaridad, empatía y alegría de Don Bosco.