Mitos como el de que la mutilación genital femenina se lleva a cabo en todos los países de África y solo en este continente, "que es una práctica obligada por la religión", que garantiza la higiene o que es equiparable a la circuncisión masculina son algunos de los supuestos que la ONG Médicos del Mundo trata de desmontar en el marco de su trabajo de más de dos décadas para prevenir y erradicar esta práctica.
Con motivo del Día Internacional de Tolerancia Cero con la Mutilación Genital Femenina (MGF), que se celebra este lunes, 6 de febrero, la organización sanitaria se ha sumado a la labor divulgativa e informativa que permita a la sociedad y a quienes tienen alguna implicación directa en esta lucha "ir desterrando del imaginario colectivo aquellas creencias vinculadas a esta práctica que se dan por ciertas y que no lo son".
Médicos del Mundo señala que esta tradición perjudica a la salud de las mujeres y niñas y "constituye una grave forma de violencia de género y una vulneración de los derechos humanos".
Así, en la plaza de Navarra de Huesca, se va a instalar una mesa informativa, entre las 10:00 y las 14:00, por medio de la cual tratarán de despejar todas las dudas que tenga el ciudadano oscense, respecto a estas "barreras de carácter cultural" profundamente conectadas con la manera de entender y vivir las relaciones y la sexualidad.
Estos son los 10 mitos y creencias que Médicos del Mundo pretende desmontar:
- La religión obliga. Ninguna religión exige practicar la mutilación genital femenina. Es algo que tiene que ver con la zona y con la etnia, pero no con la religión. Surge en el antiguo Egipto y no aparece en el Corán ni es propia de ningún otro credo. Hay estados islámicos en los que no se practica, como Marruecos, Argelia o Arabia Saudí, y también se realiza por parte de personas cristianas, como ocurre en Nigeria y Camerún.
- Se practica en todos los países de África y solo se produce en este continente. Es una práctica culturalmente aceptada en algunas comunidades africanas, pero no se lleva a cabo en todo el continente. También hay comunidades practicantes en parte de Oriente Medio y Asia. De igual manera, se realiza en comunidades indígenas de Latinoamérica.
- Es más higiénica. Al contrario, puede provocar hemorragias, infecciones urinarias y vaginales por acumulación de sangre, fístulas, enfermedades como el tétanos, VIH o hepatitis, o incluso la muerte.
- Supone algo bueno para las niñas. Se considera que, si la niña no tiene hecho el corte, será rechazada para el matrimonio, lo que implica que no podrá tener su futuro garantizado. Sin embargo, la presión familiar y el peso de la tradición se deben contrarrestar a la vista de las graves consecuencias para la salud, tanto inmediatas como a medio y largo plazo, que tiene la mutilación genital femenina para las niñas. También para la salud mental, ya que puede producir estrés postraumático, depresión, ansiedad, miedos y cambio de actitud en jóvenes.
- Son costumbres y tradiciones. Si una práctica es perjudicial para la salud y atenta contra los derechos fundamentales de mujeres y niñas se debe cambiar por otra que permita garantizar su bienestar. Se pueden celebrar ritos de iniciación que no incluyan la MGF.
- La mutilación genital femenina puede equipararse con la circuncisión masculina. No es equiparable. Ambas prácticas difieren considerablemente. La segunda no produce las mismas repercusiones negativas ni en la salud ni en la sexualidad del hombre.
- Las mujeres con mutilación genital femenina tienen más hijos/as. Esta práctica no aumenta la fertilidad y, sin embargo, estas mujeres pueden tener partos complicados y existe un mayor riesgo de mortalidad neonatal. En ocasiones, las infecciones producidas por la mutilación implican casos de infertilidad.
- Garantiza que la mujer sea fiel y llegue virgen al matrimonio. La fidelidad no es una cuestión que dependa de tener clítoris o de no tenerlo. Si una mujer no ha sido sometida al corte, goza de mejor salud y es más probable que disfrute con su pareja y no implica que le sea infiel. Del mismo modo, la MGF tampoco garantiza la virginidad hasta el matrimonio. A través de la educación se pueden transmitir estos valores sin que se tenga que producir este daño físico a mujeres y niñas.
- La MGF previene los problemas de salud en los y las bebés y la transmisión de enfermedades en los hombres. La mutilación genital femenina no es una práctica que prevenga los problemas en el nacimiento ni la transmisión de infecciones a sus parejas.
- Con la mutilación genital femenina se consigue mayor placer para el hombre. El ser humano disfruta más cuando se encuentra con otra persona que también está disfrutando y se siente bien. Sin embargo, la mujer que ha sufrido MGF tiene menos probabilidad de sentir placer.
MEDIADORAS INTERCULTURALES
Médicos del Mundo ha sido una organización pionera a la hora de contar en sus equipos de trabajo con personas mediadoras interculturales en el programa de Mutilación Genital Femenina. Se trata de un ámbito en el que se activan una serie de significados culturalmente definidos que mediadoras y mediadores pueden abordar gracias al hecho de compartir códigos culturales. Por ello, desde los comienzos del programa, la ONG cuenta para esta labor con ellas y ellos. Las primeras mediadoras se incorporaron al equipo de Aragón en el año 2002.
Estas profesionales han logrado ser referentes en el activismo contra la mutilación genital femenina y generar espacios de confianza dentro de su propia comunidad en los que se comparten experiencias y se desmitifican argumentos para desarrollar acciones que permitan incidir sobre los factores sociales y culturales que están en la base de la MGF.
La labor de esta figura profesional ha permitido la participación de la comunidad en los programas de la organización, ajustar su intervención y desarrollar acciones respetuosas culturalmente y sensibles a las demandas de las mujeres y familias con las que Médicos del Mundo trabaja a través de sus sedes autonómicas de Aragón, Catalunya, Castilla-La Mancha, Canarias, Baleares, Madrid y Navarra.
Sus formaciones a profesionales de los ámbitos sanitario y social han aportado una perspectiva cultural y emocional con una buena acogida por parte de estos colectivos.