El fervor de la devoción por la Inmaculada Concepción no entiende de fríos -ni obviamente de calores- en la localidad de Apiés, donde este 8 de diciembre es la fecha señalada para encaminar los pasos hasta la Ermita de la Purísima con el gozo henchido por el acompañamiento de los Danzantes que no sólo son santo y seña, sino además identidad y sentimiento del pueblo.
En el bonito templo, espera don Rafael Gállego, que es otra institución para las gentes de Apiés, que recibe con su bendición a los Danzantes que, a su vez, se convierten en comitiva de recepción al pueblo al son de San Lorenzo que interpretan los instrumentos de los Gaiters da Tierra Plana. Es una preciosa manera de prepararse para la Eucaristía en la que el legendario viator da las instrucciones adecuadas para la vivencia que se aproxime a la plenitud en la creencia cristiana.
Reconfortados, los Danzantes y los vecinos parten hacia las pistas en las que interpretan piezas como el "Tran, tran, trala", "Viñadero", "La hoja del Pino", "Tú eres muy guapa" o "Paradetas", ya en esta nueva etapa con Nacho Pérez como mayoral que ha heredado sus cualidades de dirección de su padre, Manuel, quien abanderara la recuperación en 1982 y hasta 2023.
La convivencia de las gentes de Apiés, que son muy de Apiés vivan donde vivan, trabajen donde trabajen, se renueva a sangre y fuego metafóricos y en brindis real después de la actuación que congrega a cientos de personas atraídos por el sentido de autenticidad y de espectáculo del dance, que como ha afirmado hoy el gobierno de Aragón se proclamará Bien de Interés Cultural Inmaterial. Porque lo es. Y en Apiés bien que lo saben y lo practican.