Artistas y profesionales del ámbito cultural han compartido sus experiencias en el mundo del teatro social, la pintura, la música y la danza para analizar el impacto del arte en la sociedad. Aunque la impresión es que todavía queda mucho trabajo por hacer en el camino hacia la inclusión, se vislumbra también una percepción cambiante sobre la diversidad que la hace cada vez más atractiva. Y hasta sexy. ¿Por qué no?
Natalia D'Anunzio y Elies Soler, artistas de la obra Rodem?, Ana Delia Gracia, vinculada al Centro Ocupacional de Comarca del Sobrarbe, de Valentia, Charlotte Bouguet, profesora de Teatro Social, Eduardo Cajal, artista y director del Taller de Arte de Valentia, y Lorenzo Barreu, componente del grupo de música Empoderaos, de Arcadia, han protagonizado un debate, moderado por la directora del festival, Elena Gómez, en el que se ha dejado entrever ese poder seductor de la diferencia.
En primera persona, título de la mesa redonda, han ido explicando todos los participantes algunos aspectos de la labor que desarrollan. Charlotte Bouguet se ha referido, en primer lugar, a los objetivos que cumple el treatro social, como "crear espacios seguros, de hogar, de convivencia y transformación, ir de lo individual a lo social y de lo social a lo individual, espacios donde recuperar el protagonismo", para dejar de ser espectadores de nuestras vidas.
El teatro social "también da voz a colectivos que no la tienen", y con ese objetivo fue a Boltaña contratada por Valentia, hace aproximadamente tres años. Con sus usuarios ha puesto en escena "Entre otras diez capacidades", o el videoclip "Idos de olla", así como el teatro foro que el jueves se llevó al Colegio de Ayerbe. A través de varias piezas y partiendo de recuerdos de la infancia, los protagonistas cuentan escenas en las que se vieron excluidos y expresan un deseo de cambio que no se ha producido.
Ante este conflicto no resuelto, se abre un foro con el alumnado. "Vemos qué se mueve dentro y los espectadores pasan a ser actores y ensayan la vida", puesto que se les pide que aporten soluciones.
Una de las participantes en estos talleres y en otros no vinculados a Valentia es Ana Delia Gracia, que ha recordado alguna de las conmovedoras escenas vividas en Ayerbe, donde algunos niños rompieron a llorar al escuchar las intervenciones teatrales o al recordar pasajes en los que también se habían sentido excluidos.
"Yo ya no sabía si habíamos hecho bien y si les quedaría un trauma para siempre", ha indicado, para añadir después que "se queda uno con varios kilos de menos cuando te quitas lo malo, y eso no es tan fácil".
Elena Gómez ha confirmado que fue una experiencia muy "catártica" y que las experiencias del grupo de teatro de Valentia llegaron al corazón de los escolares, en una "conexión brutal".
Ana Delia Gracia ha compartido también las dudas que albergó cuando comenzó a hacer teatro, si tendría encaje al proceder del "colectivo" que venía, el miedo. Pero se animó a sí misma y la actividad le reporta muchas cosas. "No es seguir un papel, te sale de dentro y, según cómo estás, cada día es distinto. Me lo paso bien, hablamos, quedamos a tomar un café. Hacemos amigos, que eso no es tan fácil", ha apuntado.
LA PINTURA
Eduardo Cajal asumió en 2012 el encargo de introducir los beneficios del arte en el día a día de los usuarios de Valentia, entonces Atades Huesca, en el Centro Manuel Artero. "Hay dos premisas: para que haya arte, el ser humano se tiene que definir como artista; y tiene que cumplir dos condiciones: verdad y emoción", ha sostenido.
Con esas reflexiones se inició el proyecto, "un taller con nombres propios", que desarrolla sobre la premisa de que "es necesario dejar fluir y actuar en consecuencia". Por eso, el "maestro" es sumamente respetuoso con sus pupilos. "Es imprescindible no interferir, el proyecto se basa en la identidad. Hasta hace no mucho, este sector iba siempre por grupos. A través de la expresión libre, recuperan su identidad. No interferir es no enseñar, yo voy a aprender".
LA MÚSICA
Lorenzo Barreu es la voz masculina de Empoderaos, la banda de música de Arcadia que se ha hecho un hueco en los corazones de los oscenses. Se creó hace diez años y por ella han ido pasando diversos integrantes, con y sin discapacidad.
El vocalista ha comentado que la música ha sido su pasión desde que era un adolescente. El grupo -del que todos sus componentes se sienten muy orgullosos- dio sus primeros pasos con él como batería. Las motivaciones son muy variadas, incluidos los efectos terapéuticos de esta disciplina artística.
Para Lorenzo Barreu, la música es un reactivo, además de una diversión. Además, le aporta seguridad, tranquilidad, sentimiento de autorrealización y le sitúa en "un escalón más alto" en cuanto a vivencias y actitud. Como herramientas, propone "paciencia y constancia".
Empoderaos ha actuado en numerosas ocasiones dentro de la capital oscense, y fuera en localidades como Sabiñánigo o la francesa de Tarbes.
Pero la formación también tienen que afrontar algunas dificultades, como encontrar un espacio adecuado para ensayar. Lorenzo Barreu ha explicado que tuvieron que dejar atrás dos locales -el segundo porque molestaban al resto de ocupantes del edificio- y ahora se reúnen en uno ubicado en la carretera de Grañén, que él considera muy apropiado.
En las intervenciones finales del público, se ha comentado que tendría que haber más recursos para solucionar estos problemas, "porque los locales de ensayo cuestan dinero" y Empoderaos se reúne, generalmente, una vez a la semana. "Hay que dignificar los espacios, los horarios, la calidad de los profesionales y sus condiciones laborales", ha añadido.
LA DANZA
Natalia D'Anunzio y Elies Soler han explicado como confluyeron en la obra Rodem?, a partir del deseo de Aurora Diago, directora de la obra, de montar un espectáculo que se basara en el movimiento de las ruedas, sillas, patines o bicicletas. La artista ha revelado que descubrió una forma de bailar muy diferente y un mundo que desconocía.
El tiempo transcurrido hasta el estreno fue largo, entre otras causas por un accidente de Elies en el que se rompió la pierna. Natalia vivió al mismo tiempo un proceso de aprendizaje del concepto de la diferencia.
"Aurora y yo somos compañeros de vida desde hace años -ha explicado Elies Soler, que se desplaza en una silla de ruedas-. Ella quería probar ese espectáculo y de pronto me vi ensayando".
Asegura que constituye una gran experiencia para él, a pesar de que no procedía del mundo de la escena y los inicios fueron "estresantes" debido a su falta de conocimiento, y en parte atribuye su disfrute a Natalia, al hecho de contar "con la mejor compañera de escena".
En su opinión, hay mucha gente que no conoce el mundo de la diversidad y lo concibe con muchas limitaciones, y entiende que la escena proporciona la posibilidad "de normalizar muchas situaciones, llegar a bastante gente y lanzar muchos mensajes de inclusión".
"La diversidad, en lugar de ser rara y fea, cada vez es más atractiva", ha valorado, "y si cambiamos el chip, podemos sentirnos más cómodos para expresarnos y crear".
"La diversidad es sexy", ha enfatizado Elena Gómez, que ha aplaudido el enfoque del bailarín sobre el concepto.
Natalia D'Anunzio ha considerado que es necesario tener contacto con "una experiencia real" para comprender su sentido y ha puesto por ejemplo su propia vivencia, los aplausos y elogios que recibe su compañero de función no por ser artista sino por ir en una silla de ruedas, una tesis que se ha respaldado desde el público.
Elies Soler ha aprovechado la ocasión para comentar que todavía falta mucho trabajo en pro de la accesibilidad y ha destacado las barreras arquitectónicas que se encuentran los artistas a la hora de acceder a los camerinos o de subirse a un escenario.
Esta tarde, la programación de Diversario continúa a las 20:30 horas, en el Centro Cultural Manuel Benito Moliner de Huesca, con La Lola Boreal Teatro, la compañía de Elies y Natalia, que pondrá en escena la referida obra Rodem?
Esta pieza de danza teatro cuestiona la visión social y personal sobre los usuarios de sillas de ruedas a través de una mirada ácida y humorística. Narra la historia del amor de una pareja formada por un lesionado medular y una bípeda, desde que se conocen hasta el momento presente.