La Catalítica se convirtió este jueves en el epicentro de una fiesta de la improvisación que desbordó emoción y talento. La amalgama de personas, con y sin diversidad funcional, desplegó una sinfonía de sensibilidad y habilidades artísticas, que a través de Diversario construyeron una tarde pensada para disfrutar.
La música, principalmente, sirvió de hilo conductor para crear un ambiente agradable y compacto, propicio para sacar al escenario a muchos espontáneos y espontáneas dispuestos a compartir su alegría y sus ganas de pasárselo bien.
Alejandro Santolaria, Jano, el arquitecto de esta experiencia, tenía una visión clara antes de que la tarde se desplegara. Su objetivo no era otro que crear y transmitir una energía colectiva que encontrara la esencia del disfrute y la conexión.
Para conseguir el éxito de esta comunión artística, Jano contó con la colaboración destacada del Círculo Artístico Oscense, donde Víctor, de Fongo Royo, Guille de Brotes Verdes, y de otros nobres con mucho significado en la ciudad como Ángel Valdivia, Misael de Hernández y Kike Lera.
La velada se inauguró con la proyección de "Derrapar", un conmovedor vídeo del Centro Ocupacional de Sobrarbe de Valentia, donde los usuarios, a través de un rap, comparten sus sentimientos y experiencias, y establecen una conexión emocional muy propicia también para la reflexión.
EN AYERBE
Por la mañana, Diversario llevó su espíritu a Ayerbe, participando en una sesión de teatro social protagonizada por el Centro Ocupacional Comarca del Sobrarbe de Valentia. Tres impactantes piezas, creadas a partir de vivencias infantiles, exploraron conflictos de exclusión.
Elena Gómez, directora del festival, describió la experiencia como "catártica", y este impacto se extendió incluso al alumnado del Centro Público Integrado Ramón y Cajal de Ayerbe. La valentía de compartir momentos de exclusión propios y ajenos reveló que "todos, en algún momento, nos hemos sentido excluidos y, también, hemos excluido".
En síntesis, la segunda jornada de Diversario constituyó un viaje hacia la inclusión, la creatividad y la autenticidad humana, en una sinfonía de aceptación a través de la conexión genuina entre las personas.