El X Encuentro Médico Occitania-Aragón “Jean François Millet” se ha celebrado este 23 de noviembre en la Clínica Ormeau Pyrénées de Tarbes y se ha abundado con especialistas en la salud renal, el dolor crónico y la relación materno-filial además de incidir transversalmente en las carencias de médicos, asuntos que ocupan y preocupan a los Colegios de Médicos de Altos Pirineos y de Huesca.
La jornada, que se inicia a las 8:30 horas, abrió con la intervención del anfitrión Thierry Beard, al que sucedió la aloución de José-María Borrel, presidente del Colegio de Médicos de Huesca, el presidente del Consejo de la Orden de Médicos de Altos Pirineos, Jean-Robert Castel.
Se incorporaría posteriormente el alcalde Gerard Trémége, quien recibió del colegio oscense una placa con motivo del 60 aniversario del hermanamiento entre las dos ciudades. El primer edil aprovechó para ofrecer la ciudad a los médicos oscenses por el déficit que tiene de profesionales esta ciudad. También hubo sendas placas para el Consejo de la Orden de Médicos de Altos Pirineos como para la clínica. Fueron entregadas las tres por el presidente Borrel y los vicepresidentes Olga Ordás, Maite Villarroel y Esteban Sanmartín.
Castel y el director de la Clínica Ormeau mostraron su solidaridad con España y particularmente con el pueblo valenciano. El primero obsequió al Colegio de Médicos de Huesca con una fotografía con una vista de los Pirineos que simboliza la amistad y la cooperación entre ambas organizaciones.
A partir de las 9, se trató un bloque de “Nefrología: Enfermedad renal crónica y nefroprotección”. Las doctoras Isabel Félez e Inés Beired desarrollaron brillantemente la ponencia “Abordaje de la enfermedad renal crónica: un reto en nuestras manos”. Patricia Ferro Lecourt, de Lannemezan, exhibió “Imágenes en la enfermedad renal crónica”. Y la doctora Julien Carillo, del Hospital de Bigorre en Tarbes, trat la “Organización de Cuidados en Altos Pirineos”. Como resumen, el asombro en Francia del abuso y tolerancia en España a los antiinflamatorios para tratar estas patologías. “No se hace la educación sanitaria suficiente y, en el futuro, puede ser una gran causa de mortalidad”.
A las 10, llega el bloque de Pediatría. María José Calvo, de los Hospitales de Barbastro y Huesca, expuso la “Actitud del pediatra ante los problemas sociales de la infancia”. Resultó sorprendente para los franceses la atención temprana y pidieron información a los oscenses sobre este “acierto de la sanidad española”. Florence Baron, de PMI Tarbes, explicaba “La salud de la madre y del niño en Altos Pirineos”. Y Nancy Ludena, de Lembey, hablaba sobre la “Función del médico de familia”.
Tras un descanso, un último asunto prioritario, “El dolor crónico”, moderada por Tomás Peñas, un médico zaragozano jubilado en España que fue “rescatado por Tarbes para seguir ejerciendo, que comenzaba con Michel Olivier, CHU Purpan, Toulouse, sobre “Mecanismos fisiopatológicos de la evolución de un dolor agudo a un dolor crónica. Modelo psico-bio-social”. Y Juan Carlos Carrión, del Hospital San Jorge de Huesca, desarrollaba con gran solvencia el “Tratamiento del dolor: avanzando hacia una atención integral en nuestro entorno”. Finalmente, Patricio Maltes, de la Clínica Ormeau Pyrénées de Tarbes, desgranaba las claves de “Dinervología”. Este último doctor se centró en el túnel carpiano y demostraba sus aplicaciones para otras patologías, una forma distinta de trabajar.
El doctor Borrell Martínez explica una de las conclusiones principales que trasciende las exposiciones médicas, y es la carencia de médicos en ambas partes, que fue objeto de conversación y de “ofertas cruzadas” porque es causa común.
Agrega que el año próximo se celebrará la undécima edición en Huesca. Como muestra de la consolidación de estas jornadas, un cuadro que le dedicó uno de los impulsores, Jean Pierre Bonassies, al doctor Borrel:
“Estimado José María. Lo hemos conseguido. Desde hace 10 años, los encuentros Aragón/Hautes Pyrénées son una reunión de unas cuantas personas de buena voluntad que intercambian información sobre las prácticas médicas a ambos lados de los Pirineos con la misma pasión de salvar vidas y proporcionar confort.
Si Thierry y Tomas, del lado francés, fueron los verdaderos catalizadores, hay que felicitarte del lado español. ¡Qué placer esperar hasta finales de año para reencontrarnos, para disfrutar de la energía de vuestra sonrisa y la calidad de vuestra acogida!
Me he enriquecido con estos encuentros y os doy sinceramente las gracias. Un abrazo”