El curso 2024-2025 ha comenzado en la Diócesis de Huesca con la Jornada diocesana de pastoral que se ha celebrado este sábado 14 de septiembre en el salón de actos del Colegio Santa Rosa-Altoaragón. Un numeroso grupo de asistentes, con sacerdotes, arciprestes, delegados diocesanos, miembros de vida consagrada y laicos ha compartido una mañana de trabajo comunitario durante el que se ha presentado la nueva programación para los próximos meses con dos ejes fundamentales a partir de la realidad diocesana: el Sínodo convocado por el Papa Francisco y el Jubileo del año 2025.
El administrador apostólico, monseñor Vicente Jiménez Zamora, ha guiado el desarrollo de esta jornada, en la que ha recordado que “estamos a ser llamados una Iglesia en salida y en conversión personal y comunitaria”. Se ha hecho la pregunta de “¿cómo ser una Iglesia sinodal en misión?”. El objetivo, refleja, debe centrarse en la participación de todos los bautizados, en la variedad de vocaciones, carismas y ministerios para realizar, en comunión eclesial, la única misión de anunciar el Evangelio de Jesucristo en nuestra tierra y en nuestro pueblo. Con él se encontraban el vicario general, el reverendo Nicolás López Congosto, y el vicario de Pastoral, el reverendo José Alegre Lanuza.
Todo ello, a la luz de la Exhortación apostólica Evangelii Gaudium y de los documentos emanados del Sínodo: Informe de Síntesis, Insrumentum Laboris y Documento Final cuando este se dé a conocer después del encuentro sinodal previsto en octubre. La programación ha de implicar a “todos” para “diseñarla, difundirla y practicarla”, ha expresado el administrador apostólico.
Los principios transversales de referencia se encuentran en la comunión, modo de ser y de vivir de la Iglesia; también, en los mismos términos, la misión evangelizadora y la participación de los distintos miembros del Pueblo de Dios. La Sinodalidad llama a la conversión y la renovación de la Iglesia y sus estructuras. Francisco recuerda que la renovación consiste sobre todo en el aumento de la fidelidad a la vocación y siempre en comunidad, todos unidos.
Además, mirando hacia adentro y teniendo la puerta siempre abierta para salir juntos. Evitando la autorreferencialidad y un excesivo clericalismo que mantiene a los fieles al margen de las decisiones.
Es necesaria la participación de todos los bautizados (fieles, laicos, miembros de vida consagrada y sacerdotes) en la misión en una Iglesia participativa y corresponsable. Con la participación de los distintos miembros del Pueblo de Dios en estructuras en la Diócesis con la Curia diocesana, el Colegio de Consultores, el Consejo para los Asuntos Económicos, el Consejo Presbiteral y el Consejo Pastoral diocesano como ámbitos permanentes de ejercicio y promoción de la comunión y la sinodalidad.
La primera vía para ello se encuentra en la parroquia, donde se prevén dos estructuras de perfil sinodal: el Consejo pastoral parroquial y el Consejo para los asuntos económicos.
La Secretaría General del Sínodo, con la aprobación del Papa Francisco, ha publicado el Instrumentum Laboris, texto de trabajo de la Asamblea Sinodal del próximo mes de octubre. El fruto de la asamblea será la aprobación de un Documento Final que se entregará al Santo Padre para que marque las orientaciones para toda la Iglesia después del Sínodo.
Durante la Jornada también se ha hecho referencia al Jubileo del año 2025, que tiene el lema “Peregrinos de esperanza”, pues otro de los objetivos del curso es su preparación y celebración. La inauguración se celebrará en la Diócesis del domingo 29 de diciembre, fiesta de la Sagrada Familia, en la Catedral.
Los diferentes responsables de las comisiones delegadas han desgranado sus propuestas para el nuevo curso. La comisión de Evangelización y Educación en la Fe, encabezada por el reverendo don Óscar Carreño; la de Apostolado Seglar, con Jesús Núñez; la de Caridad y Promoción Social, con Jaime Esparrach; y la comisión para el Clero y la Vida Consagrada, con el reverendo Fernando Jordán, han detallado el calendario de cada una de las delegaciones con las miradas puestas en el Sínodo y el Jubileo y la mejor integración posible de sus postulados en las respectivas labores que representan.
Después lo han hecho los arciprestazgos de Almudévar, Ayerbe, Monegros, Sesa-Berbegal, Somontano-Sobrarbe y Huesca ciudad. El nuevo delegado diocesano para el Jubileo, el reverendo Francisco Raya, recoge las propuestas del Vaticano, la Conferencia Episcopal Española y las otras diócesis aragonesas para aplicarlas en nuestra diócesis, con una charla de introducción al Jubileo en el horizonte. La peregrinación jubilar a Roma se llevará a cabo del 10 al 14 de marzo de 2025. La Jornada ha concluido con una eucaristía en la capilla del Colegio Santa Rosa-Altoaragón.