"Cualquier persona que quiera sanar, tiene la oportunidad de hacerlo", ha afirmado Esther Borrás, del Instituto Español EMDR, en la jornada desartrollada este miércoles en el marco de la IV Movida Arcadia, donde ha abordado el enfoque terapéutico del EMDR (Desensibilización y Reprocesamiento por Movimiento Ocular). Este método ha sido reconocido por la Organización Mundial de la Salud (OMS) desde 2013 y, a lo largo de los años, ha comenzado a generar evidencias significativas en el tratamiento de traumas.
Borrás ha explicado que el EMDR se utiliza para abordar tanto el "trauma con mayúscula" como el "trauma con minúscula". El trauma con mayúscula se refiere a aquellos eventos que amenazan la vida, como catástrofes naturales o accidentes graves, que "atentan contra nuestra supervivencia".
Por otro lado, el trauma con minúscula es más subjetivo y se relaciona con experiencias que, aunque no sean tan extremas, pueden comprometer la identidad de una persona. Borrás ha señalado que este tipo de trauma puede manifestarse en situaciones cotidianas, como el impacto de comentarios negativos repetidos a lo largo del tiempo. "Por ejemplo, si he tenido un padre autoritario que siempre me ha dicho que soy tonta y, además, suspendo, es muy difícil que en la vida pueda conseguir un buen trabajo, aunque me forme en muchos aspectos o realice diferentes entrenamientos. También me costará realmente relacionarme desde la idea de que soy válida y capaz, ya que eso afecta mi autoconcepto, mi autoestima y la forma en que me relaciono con los demás".
"Bueno, afortunadamente, con EMDR no tienes que trabajar todos los episodios que has vivido ni todas las veces que te han dicho que eres tonta; solo necesitas enfocarte en el primero. Debes recordar el episodio más traumático, el peor, aquel en el que quizás has sentido más vergüenza, y luego el último. Al trabajar con estos tres momentos, logras que, a través de redes de asociación de memorias, se reprocesen el resto".
También ha considerado importante desarrollar recursos. "Hay que hacer más cosas, ésa es la manera de revertir el impacto del trauma. Esto no significa que, en un momento dado, si cometo un error en mi trabajo, no pueda pensar puntualmente que me he equivocado, pero ya no habrá esa carga del aprendizaje y condicionamiento que he acumulado".
En conclusión, Esther Borrás ha compartido un mensaje de esperanza, resaltando que la sanación es un camino posible para cualquier persona que lo desee, gracias a técnicas como el EMDR, que ofrecen un enfoque estructurado y efectivo para enfrentar y superar el trauma.