La Plataforma de Voluntariado de Aragón ha celebrado este viernes el Día del Cooperante en el IES Ramón y Cajal, con la participación de unos 150 estudiantes de la ESO, con un acto en el que se ha recalcado la importancia del compromiso social, y su papel como promotores de la solidaridad y el desarrollo sostenible.
En el evento han intervenido diversas autoridades, como la concejala de Asuntos Sociales, Marta Escartín; la diputada de Servicios Sociales, Lola Ibort; la presidenta de la Comarca de la Hoya de Huesca, Mónica Soler; y la directora general del Voluntariado, María Charte. Además, el presidente de la Plataforma, Juan Hidalgo, junto a otros representantes de asociaciones locales, ha estado presente, junto al alumnado, profesorado y la directora del centro, María Costa.
Giuseppe Bertinelli, en representación de la organización, ha recordado que el 8 de septiembre se conmemora el día oficial de esta figura. “Si reflexionamos durante cinco minutos sobre lo que significa ser cooperante, seguramente nos vendrán a la mente términos como solidaridad, compromiso y esperanza”, ha señalado Bertinelli, destacando que su labor no se limita a ofrecer ayuda, sino también a empoderar y fomentar el desarrollo sostenible y la justicia social, principios reflejados en los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) escenificados durante el acto, con la colaboración de varios estudiantes.
Bertinelli también ha mencionado que cada cooperante es un “embajador de paz”, cuya labor nos recuerda la necesidad de trabajar por un mundo mejor. Además, ha invitado a los estudiantes a adoptar en su vida diaria la actitud de un cooperante. “No se trata solo de ir a lugares lejanos o de participar en grandes proyectos, sino de ser solidario con los compañeros, escuchar, apoyar y contribuir al bienestar de la comunidad”, ha concluido.
La concejala de Asuntos Sociales, Marta Escartín, ha subrayado durante su intervención la relevancia de la colaboración entre las instituciones y la comunidad educativa para impulsar el voluntariado y la cooperación. "Hoy, más que nunca, necesitamos unir esfuerzos para construir una sociedad más justa y solidaria", ha afirmado.
Escartín ha agradecido a la Plataforma de Voluntariado de Aragón por organizar el evento y ha destacado la importancia de este tipo de actos, como el celebrado en el IES Ramón y Cajal, para concienciar a los jóvenes sobre el valor del cooperante en la sociedad.
"El Día del Cooperante nos recuerda el compromiso de muchas personas que, en todo el mundo, dedican su tiempo, habilidades y esfuerzo a mejorar la vida de otros. Pero no es necesario irse muy lejos para ser cooperante, ya que todos podemos actuar desde nuestras comunidades, desde nuestros barrios", ha subrayado, poniendo énfasis en que los valores del cooperante —solidaridad, empatía y justicia— son aplicables en la vida diaria de cualquier persona.
La diputada de Recursos Humanos y Servicios Sociales de la Diputación Provincial de Huesca, Lola Ibort, ha intervenido en el acto con un mensaje de reconocimiento y motivación hacia los jóvenes presentes. Ha comenzado agradeciendo a la Plataforma de Voluntariado de Aragón por su labor en la Comunidad, especialmente en la provincia de Huesca, y ha destacado cómo "eleváis el sentido de la entrega y de la solidaridad a su máxima expresión".
Ibort ha subrayado la importancia de celebrar el Día Internacional del Cooperante con los jóvenes, quienes van a tener "todo el tiempo del mundo para cambiar aquellas cosas de nuestra sociedad" que no les gusten. Los ha animado a participar activamente en el voluntariado, advirtiendo que muchos proyectos dependen de su implicación. Ha añadido que el voluntariado ofrece beneficios intangibles pero fundamentales, como el sentido de utilidad, la creación de lazos comunitarios y el fortalecimiento de la autoestima, además de mejorar la salud física y mental.
Ha finalizado haciendo un llamamiento a la responsabilidad colectiva desde la Diputación Provincial de Huesca, alentando a todos a "cuidar de nuestro mundo" y contribuir a hacerlo mejor.
Por su parte, la presidenta de la Comarca de la Hoya de Huesca, Mónica Soler, también ha puesto el foco en el papel crucial del voluntariado en la sociedad actual, especialmente frente a desafíos globales como la pobreza y la desigualdad. Ha definido a los cooperantes como "la voz de quienes no pueden ser escuchados", subrayando el compromiso altruista de estos actores sociales.
Además, ha señalado el crecimiento del voluntariado en la provincia de Huesca, que se ha convertido en un referente nacional, con asociaciones homologables a los estándares europeos.
Desde la perspectiva comarcal, ha resaltado la importancia del voluntariado en el futuro, especialmente frente a problemas como el envejecimiento y la despoblación rural. Ha reconocido el legado de ayuda mutua en la cultura rural aragonesa, pero ha insistido en la necesidad de fortalecer la estructura del voluntariado en estas áreas. También ha elogiado la labor de organizaciones como Cruz Roja, Cáritas y la Asociación Española contra el Cáncer, que han operado en la comarca, brindando apoyo en transporte, acompañamiento y teleasistencia a personas vulnerables.
La directora general del Voluntariado, María Charte, ha invitado a los presentes a reflexionar sobre el significado de ser cooperante. “Cuando pensamos en esta figura, seguramente nos vienen a la cabeza palabras como solidaridad, compromiso con los más desfavorecidos y esperanza. Todas ellas nos conducen a un mismo fin: el bienestar de los ciudadanos, tanto de aquellos cercanos como de los que están en países en vías de desarrollo", ha explicado.
La directora ha resaltado que el cooperante es aquella persona que decide dedicar su tiempo, esfuerzo y habilidades a quienes más lo necesitan, ya sea en su propia comunidad o en lugares lejanos. “Su labor no solo se centra en brindar asistencia, sino también en empoderar, fomentar el desarrollo sostenible y promover la justicia social, como han demostrado los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) que hemos tratado en este acto", ha afirmado con convicción.
Charte también ha recordado que cada cooperante es un embajador de paz, regalando empatía a través de su trabajo. “Nos enseña que todos tenemos un papel en la construcción de un mundo mejor", ha apuntado, y ha animado a los jóvenes a adoptar esta actitud en su vida cotidiana. Según sus palabras, "ser cooperante no significa necesariamente viajar a lugares remotos o participar en grandes proyectos; se trata de ser solidarios con los compañeros que nos rodean, de escuchar y apoyar a quienes están cerca, y de implicarnos en iniciativas que mejoren nuestra comunidad".