Ha fallecido este 11 de febrero, con tan sólo 67 años de edad, Ángel Solís, mucho más que un periodista, más que un crítico taurino o un comercial como ejerció en sus últimos tiempos en Heraldo de Aragón hasta su jubilación. Era, ante todo, un hombre afable, sereno, conciliador. Durante muchos años, fue jurado de los Premios Taurinos Albahaca de Plata y San Lorenzo de Plata en Huesca, donde derrochó sentido común y discreción.
A Ángel, un hombre bueno en el buen sentido machadiano de la palabra, se le distinguía por su capacidad de aglutinar las virtudes cardinales. Era profundamente templado, prudente en su justa medida, fuerte para expresarse a través del uso más virtuoso del lenguaje y justo, pues tal era su intención siempre. Con esos atributos, escribió la vida de un maestro de la crónica.
Nacido el 2 de noviembre de 1957, estudió Periodismo en Madrid e inició su ejecutoria profesional en Radio 80 y Radio Minuto para desembocar en Heraldo de Aragón. Allí tuvo a un referente inolvidable, un genio y un ingenio, Ricardo Vázquez Prada, sobre el que reposaba la crítica taurina por su perspicaz visión y su afilada pluma. Ricardo era mucho Ricardo y no precisaba de componendas ni de favoritismos, todo personalidad.
Ángel Solís, que con Carmelo Moya hizo dúo radiofónico en Los Toros de Radio Heraldo, heredó esas páginas y aplicó su propio carácter. Amigo de ir con su amigo Carlos Moncín (que le ha precedido en la marcha) a todas las ganaderías para ver las camadas que iban a ser lidiadas en Zaragoza y Huesca, Ángel Solís se tomaba su tiempo porque la formación de su criterio era orfebre.
Desde 2016, asentó su pasión por el arte de Cúchares en el sosiego de la jubilación, en la perspectiva de un simple y, sin embargo, rico de conocimientos aficionado. Será despedido esta mañana de miércoles en el Cementerio de Torrero un amante de San Lorenzo y de la Virgen del Pilar, un hombre que hasta el final ha sabido parar, mandar y templar. Como los grandes maestros. Descanse en paz.