Grhusa estrena una planta de compostaje que pasará de 2.000 a 6.600 toneladas al año de compost

El Consorcio de Huesca, La Hoya, Jacetania, Alto Gállego y Monegros, un modelo en la economía circular en torno a los residuos orgánicos del contenedor marrón

27 de Septiembre de 2024
Grhusa estrena una planta de compostaje que pasará de 2.000 a 6.600 toneladas al año de compost

La planta de Consorcio de la Agrupación número de Huesca, Grhusa, ha estrenado este viernes la nueva planta de compostaje con tecnología de aireación forzada para el tratamiento del biorresiduo (la materia orgánica) en las instalaciones en la carretera de Huesca a Fornillos de Apiés, que permitirá triplicar de 2.000 a más de 6.600 toneladas la producción de compost para utilización agrícola.

Con la maquinaria específica para esta funcionalidad como fondo, se han congregado la alcaldesa de Huesca, Lorena Orduna, la directora general de Calidad Ambiental, María Martínez, el presidente del Consorcio, José Miguel Veintemilla, y la directora de Grhusa, Teresa Viu Callizo, junto con los presidentes de las Comarcas de La Hoya, Alto Gállego y Monegros, Mónica Soler, Primitivo Grasa y Pedro Loscertales, la alcaldesa de Sabiñánigo, Berta Fernández, y otras autoridades de las tres comarcas y la Jacetania.

Ha explicado las características del proyecto en Grhusa el técnico Javier Rodríguez, quien ha apuntado que "consiste en aplicar tecnología a una planta de compostaje ya existente para aumentar su capacidad de producción de 2.000 a 6.600 toneladas al año. El sistema de implantación de tecnología ha consistido en unos canales de aireación, unos ventiladores que hacen que a las pilas de compost se le va aportando oxígeno para facilitar el trabajo de las bacterias que producen la descomposición de la materia orgánica y generan el compost, pero siempre dentro del control del proceso de la humedad y temperatura. La humedad se hace con la aportación de agua o los lixiviados que van generando la misma materia orgánica. Y con el control de temperatura evitamos que pasemos de esos 65-70 grados que podrían producir la combustión de la materia orgánica. Pero, por otro lado, necesitamos esos 65-70 grados para conseguir la higinenizacion del compost para eliminar patógenos y elementos que necesitamos que no estén dentro del producto final".

Está Javier Rodríguez junto a la volteadora que mezcla los productos que se han depositado el primer día hasta el último, lo va mezclando y homogeneizando. En este caso, aparte de mezclarlo con las palas, al cabo de una semana a través de una cinta transportadora los pasa a una segunda pila. El proceso se establece en ocho semanas, "por eso hay ocho canales de aireación. Cada canal se corresponde a la semana de proceso, desde la uno hasta la ocho. El de la uno es el producto más fresco y el de la ocho el material ya terminado. "La máquina consigue que se compacte todo el volumen de compost en la misma superficie donde antes se hacían 2.000 ahora se hacen 6.600 toneladas.

Detalla después las características del "trómel", la segunda máquina fundamental. "Realiza una separación dentro del compost ya finalizado de las materias finas de las gruesas. Las gruesas no sirven después para un aporte de ese compost al campo para utilizarlo como fertilizante orgánico. En este caso, la máquina, a través de una tolva, hace que el compost finalizado se deposita en la tolva, a través de una cinta transportadora interior pasa a un tambor de tamaño de paso de diez milímetros que separa los mayores y los saca por el frontal y, lo que es el compost terminado, los saca por el lateral, y ya está en condiciones de uso".

El compost se utiliza como fertilizante orgánico en la agricultura, en jardinería o en explotaciones agrarias, para cereal, para hortofrutícola...

INVERSIONES EN GRHUSA

La directora general de Calidad Ambiental, María Martínez, ha afirmado la consciencia de lo que se juega en el control de la contaminación. Ha puesto Grhusa como un ejemplo de cumplimiento de la exigencia de la normativa europea, incluso con una autoexigencia superior. Por eso "vamos a poder destinar un dinero importante para mejorar la estación de transferencia. Hubo una conferencia sectorial el 24 de junio y son 5,5 millones de euros para mejorar las estaciones de transferencia, de los fondos Next Generation, que habéis aprovechado porque estáis siempre muy pendientes".

Ha agregado que con el estreno de hoy consigue hacer "en mucho menos tiempo y sin ningún impacto añadido al medio ambiente en el tratamiento de los residuos sólidos urbanos que son complicados, un compostaje de mayor calidad. Se implementa una de las denominadas mejores técnicas disponibles al tratamiento del compost. Cerramos el círculo de la economía circular. Lo que viene muy bien separado en origen como hacéis en este consorcio, quinto contenedor, buena separación que nos va a computar Europa en 2027. No hay que tratar bien sólo en destino. Si se trata bien en origen, se mejora el tratamiento en destino".

La alcaldesa de Huesca, Lorena Orduna, ha recordado la evolución del tratamiento de los residuos orgánicos en Huesca que se concreta en el crecimiento exponencial del número de contenedores marrones. "El Ayuntamiento de Huesca apostó desde el inicio por la planta de compostaje, abordando la inversión de 600.000 euros para hacer posible la construcción de esta planta original, sobre la que hoy se ha instalado la tecnología necesaria para su evolución".

Ha afirmado que el consistorio asumió el liderazgo de las líneas estratégicas acordadas en el consorcio. Se ha pasado de 48 a 398 contenedores marrones, que ha permitido desde 2017 situar actualmente en 900.000 kilos. El Ayuntamiento respaldará todas las líneas estratégicas que confluyan en la mejora del medio ambiente y de la calidad de vida de los oscenses, además del cumplimiento de los objetivos marcados por Europa. "Estos objetivos de reciclaje son todo un reto. Estamos todavía un poco alejados. Sin embargo, en el Consorcio número 1 estamos esperanzados porque tenemos marcada la senda y las actuaciones necesarios".

Ha aludido Orduna a la recogida separada de los residuos y su tratamiento. "A la protección del medio ambiente se suman otros objetivos que consideramos no menos importantes. Me refiero a objetivos económicos. Si conseguimos que residuos orgánicos se traten en nuestra planta de compostaje, el ahorro que podríamos tener para la reducción del impuesto al residuo podría ser de 214.150 euros anuales. Además, la ampliación de un compost de máxima calidad ha de permitir unos ingresos por su venta que reduzca el coste para los ciudadanos o que incluso se anulen". Por eso ha pedido la implicación de todos y cada uno de los ciudadanos de los municipios y comarcas del consorcio. "El éxito del proyecto es cosa de todos como sociedad. El pequeño gesto de hacer una buena separación de residuos en nuestros hogares y establecimientos de hostelería, así como la utilización de bolsas compostables en la separación de los residuos urbanos es la base necesaria e imprescindible sobre la que se sustenta este proyecto".

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