La Congregación de Hermanitas de los Ancianos Desamparados, fundada por el venerable Saturnino López Novoa y santa Teresa Jornet un 27 de enero de 1873 en Barbastro, ha celebrado hoy sus 150 años. Una eucaristía del obispo Ángel Pérez Pueyo ha servido para reafirmar el compromiso con una idea de los fundadores: auxiliar, alojar y reconfortar a los ancianos y las personas desfavorecidas.
Monseñor Pueyo se ha congratulado con la idea de los dos fundadores, cuya bondad se refleja en su longevidad plena de virtud, tanto por la vida interior dentro del espacio de acogida como por la propia imbricación en la sociedad barbastrense. De ahí su deseo de que los frutos sigan brotando durante mucho tiempo más.
La superiora, Aurora Gómara, también ha querido agradecer el acompañamiento de los barbastrenses en esta efemérides, que no es sino la confirmación del respaldo y aliento que sienten siempre, y que les da fuerzas para madrugar, para laborar y para orar.
Casi paralelamente, en Huesca se ha celebrado esta efemérides en una eucaristía oficiada por el obispo de Huesca-Jaca, Julián Ruiz Martorell.