Angelines Palacio Puente ha recibido este domingo el homenaje y, sobre todo, el cariño de los vecinos del barrio de Santo Domingo y San Martín de Huesca, para quienes es “un ángel”. Su gran corazón, su entrega y su devoción se ha ensalzado en las palabras de Ana Sanvicente, que se ha encargado de realizar su semblanza, en las coplas de Gofi, en los versos de Toño Julve y en la jota de Os Faticos.
Todos han querido estar presentes de uno u otro modo en este homenaje, dentro de las fiestas de Santo Domingo y San Martín, que ha reunido a numerosos vecinos para arropar a Angelines, toda una institución en el barrio. Aunque nació en Agüero el 29 de septiembre de 1936, lleva casi 80 años viviendo en la calle La Campana de Huesca, en Casa Ramón, donde se trasladó tras morir su madre.
“Dejas la escuela, a tu familia y te mandan a Huesca -ha relatado Ana Sanvicente-, a casa de una de tus tías, Máxima y de tu tío Felipe, que vivían en la calle de La Campaña, donde vives todavía y donde eres enormemente feliz. Tus tíos ya tenían cuatro hijos: Teresa, Manolo, Jesús y Felipe”, sus “hermanos primos”, como decía “la inolvidable” Teresa Ramón. “Eras una hija más, pero tú siempre, con esa sencillez que te caracteriza, con agradecimiento y ese espíritu de servicio hacia los demás, cumples con una obediencia infinita y con una sonrisa de agradecimiento en tus labios a todo lo que te mandaban”, ha expuesto Ana Sanvicente.
Estuvo ayudando en la pescadería a Manolo, que tristemente falleció muy joven. “A partir de entonces -ha continuado Ana Sanvicente-, entras a trabajar en la residencia que estaba en la plaza del Seminario en la cocina y el comedor”. Cuando se cerraba, ejercía otras labores y hasta subía al campamento de Oza para ayudar en la cocina. “Siempre agradecerás a Manuel Ascaso, un vecino de la pescadería, que obtuviste una plaza en la antigua Universidad Laboral, donde trabajaste durante 28 años”, ha comentado.
“Tu vida ha sido y es una vida de servicio con mayúsculas. Así continúas con una hoja de servicios intachable. Mujer de una profunda fe, y una fe que mueve montañas. Llevas 38 años -ha recordado- limpiando todas las semanas la iglesia de Santo Domingo, con un grupo maravilloso de compañeras; desde 1984, sacando brillo a la peana de San Lorenzo para que luzca con todo su esplendor la mañana del 10 de agosto; el Santo Cristo de los Milagros, la ermita de Salas y un largo etcétera han pasado por tus manos y tu corazón, y siempre con esa satisfacción y felicidad que solo personas como tú saben transmitir”.
“Este es el pequeño homenaje de tus vecinos, eres para todos nosotros un ángel -ha definido-, un ángel al que Dios no puso alas en su espalda sino en tu corazón y tus pies y en tu cabeza la corona de reina Cenicienta. Por eso, cuando te vemos con ese andar rápido y esa sonrisa en tu rostro, llena de admiración te diremos gracias porque nos has enseñado cómo se puede ser tan feliz después de una vida de tanta laboriosidad y entrega”, ha valorado Ana Sanvicente.
Angelines, acompañada por Placi y Chus, se ha emocionado tras estas palabras y, aunque no ha podido hablar mucho, ha dado las gracias por el homenaje. “Gracias a la Comisión de Fiestas, a mi barrio, a la calle La Campana y a la familia que tengo, mis hermanos y tantos sobrinos que me quieren tanto y tantos amigos…”.
El homenaje a continuado con la lectura de unas coplas creadas por Gofi para Angelines, y unos versos recitados por Pili Bajo y escritos “con todo su cariño” por Toño Julve por encargo de la familia de Angelines, en concreto, de su sobrina Esperanza. “Todo el mundo te quiere, por eso el barrio te hace homenaje que mereces. Disfrútalo muy feliz y no olvides estos días y guárdalos dentro del alma para el resto de tu vida”. Sin duda así será.