Huesca y la Dieta Mediterránea

De los productos que definen este dietario, Huesca tiene muchas de las materias primas y elaboradas

Escritor y divulgador
27 de Noviembre de 2022
Productos de Dieta Mediterránea

El estudio  "Mediterráneo y corazón. La cardiopatía coronaria en los países mediterráneos", publicado por EdikaMed en el año 1994, en su página 41 dice: "En su libro sobre la cocina del Mediterráneo, Ancel y Margaret Keys indicaron cuáles eran a su juicio, las principales características de la dieta mediterránea actual". Y sigue, "Lo que caracteriza a la dieta del Mediterráneo: Uso del aceite de oliva, el pan como alimento básico, vino en las comidas, la fruta como postre  y otros elemento típicos como los frutos secos, el café, el ajo, la cebolla y el tomate".

Salvo el café, Huesca es un buen ejemplo de elementos de la Dieta Mediterránea. En el Somontano hay un excelente aceite de oliva virgen extra, por cierto en camino de conseguir su denominación de origen. No es necesario citar los vinos de la zona, reconocidos de manera internacional. Tampoco el tomate, en especial el "rosa de Barbastro", necesita ya más mención, pues en los últimos años ha tenido un crecimiento especialmente rápido. Los cereales son de amplísimo recorrido en diferentes zonas de la provincia desde La Hoya a los ensayos que con distintas variedades está llevando a cabo la Red Arax, Red Aragonesa de Cultivos Extensivos y Leguminosas en la zona más oriental de la provincia.

En el mes de mayo de este mismo año, revisar el cultivo del olivo, poner en valor su aceite y repasar la relevancia de este cultivo en la cultura mediterránea, así como su impacto en la salud fue el propósito de la jornada titulada ‘El aceite de oliva: base de la cultura mediterránea', que supuso la XXXII Jornada de Ciencia y Tecnología de la Escuela Politécnica Superior de Huesca. La jornada, que estuvo coordinada por los profesores del campus oscense, José Casanova y Pablo Martín Ramos, arrancó con la ponencia del catedrático de Bioquímica y Biología Molecular de la Universidad de Zaragoza Jesús de la Osada, que analizó el efecto del aceite de oliva virgen extra sobre la salud humana.

Las primeras referencias científicas de la ingesta dietaria en la región mediterránea, surgieron al poco tiempo de finalizar la Segunda Guerra Mundial. En 1948, el gobierno de Grecia encargó un gran estudio con la finalidad de mejorar las condiciones económicas, sociales y de salud post-guerra. El estudio fue patrocinado por la Fundación Rockefeller y se llevó a cabo en la isla de Creta. El encargado de dirigir el gran estudio fue el epidemiólogo Leland Allbaugh.  Los resultados del estudio se publicaron como una monografía en el año 1953, titulada “Crete: A Case Study of An Underdeveloped Area” Creta: Un estudio de caso de un área subdesarrollada"

Respecto a los hábitos alimentarios cretenses, se informó que la alimentación básica era casi la misma de hace 40 siglos y que consistía en aceitunas, cereales, legumbres, frutas, verduras y plantas silvestres, junto con una limitada cantidad de carne de cabra, leche, derivados cárnicos y pescados. Además, se informó que la comida no se consideraba completa sin la presencia de pan; y que las aceitunas y el aceite de oliva contribuían en gran medida a la ingesta de energía. Respecto al consumo de aceite, se informó que se usaba tanto aceite de oliva, que los alimentos parecían sumergirse “literalmente” en aceite.

Los investigadores concluyeron que las dietas y los niveles de  consumo de alimentos observados en la mayoría de los individuos eran sorprendentemente buenos. Y que en general, el patrón de alimentación y hábitos alimenticios de los cretenses, bien podrían haber sido los oscenses, estaban extremadamente bien adaptados tanto a sus recursos naturales y económicos, como a sus necesidades1.

A pesar de la valiosa información entregada por el estudio de la Fundación Rockefeller, el actual interés por la Dieta Mediterránea y sus efectos saludables, comienza con el trabajo de Ancel Keys , fisiólogo de la Universidad de Minessota.

El Dr. Ancel Keys fue el encargado de dirigir el estudio  Cooperativo de la Epidemiología de las Enfermedades Cardiovasculares de 7 países, conocido como “Estudio de los siete (7) países”. El interés por estudiar la epidemiología de las enfermedades cardiovasculares, comenzó con las observaciones clínicas del Dr. Grande Covian y otros investigadores, quienes observaron que las tasas de enfermedades cardiovasculares eran extremadamente bajas en el sur de Europa4. Este interés se intensificó tras la Segunda Guerra Mundial, ya que se observó que los habitantes de la isla Creta (isla más grande de Grecia) pese al conflicto, tenían asombrosamente una tasa de mortalidad por enfermedad cardiaca 5 veces menor que la presentada por Estados Unidos.

 

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