El querido sacerdote José Iriarte lo ha explicado magistralmente: quienes iban a Roma eran llamados romeros, los que partían hacia Jerusalén, palmeros por las palmas; los que tenían el destino a Santiago de Compostela, por su raíz latina, peregrinos; y los que parten de Huesca hacia Javier, Javieres. "Bienvenidos y enhorabuena. Todos somos peregrinos de la vida. Itinerantes son los que hacen camino, ha agregado. Y nos preguntamos: ¿estoy en camino o paralizado, estático, con miedo a la vida, al porvenir, sin esperanza, satisfecho en mi zona de confort".
Más de noventa "javieres" se han reunido en la Iglesia de María Auxiliadora para recibir la bendición del sacerdote, congregarse y partir. "Hacemos el camino juntos, nunca en solitario. Caminar codo a codo, sin dejar que nadie se quede atrás, rezagado, o se sienta excluido, en la misma dirección todos, hacia la meta, escuchándonos unos a otros, con amor, con paciencia. Nos ayudamos. La mitad de vosotros en solitario, o al menos en un buen grupo, no llegaría. Caminad juntos, sin dejar que nadie quede en el camino". Con gestos de ayuda mutua, "juntos llegaréis todos, acompañados, ayudados, animados". Y ha dicho que los adultos son unos referentes para esta gente joven.
Ha defendido el oficiante que cada uno tendrá que acometer una función, una misión, para complementarse durante todo el trayecto, de María Auxiliadora a Javier, para reencontrarse con el santo que llegó a la India, China y quedó a las puertas de Japón para predicar el Evangelio de Jesús. Y se ha acordado de Alfonso García de Eulate, que estará contemplando desde el cielo. Alusión que ha sido seguida con un gran aplauso por quien falleció hace meses. Ha impuesto al finalizar a Javier Cruchaga y a la pequeña Alexia el símbolo de la Cruz, que "no sólo es símbolo de dolor o sufrimiento, sino el del triunfo. Jesús, desde la Cruz, ha triunfado sobre el mal, sobre el egoísmo. Estaréis satisfechos de vuestro caminar, del cansancio, de la lluvia, del barrio. Sois más fuertes que el dolor y el sufrimiento, conscientes de que vale la pena hacer esta peregrinación, que es una maravillosa experiencia de la vida".

CUATRO DÍAS DE PASIÓN
Tras la celebración, los noventa javieres han arrancado con buen ritmo hasta Esquedas, donde han parado para proseguir hasta Plasencia, ya de noche. A las 20:30 horas llegan a Ayerbe y duermen en el ayuntamiento. Treinta kilómetros para empezar con peregrinos que van desde los 9 años de la benjamina, Alexia, hasta la septuagenaria Maite Aznárez, ambas con entusiasmo similar.
El viernes arranca desde Ayerbe y para en Agüero, donde la alcaldesa, que ha sido partícipe en Javieradas, obsequiará con chocolate con bizcochos a los caminantes. Proseguirán hasta Longás, cincuenta kilómetros para arribar a las 19 horas.
El sábado partirán de Longás y, por la zona de Onsella, alcanzarán Lobera y de ahí hasta Naverdún donde comerán, para estar en Javier a las seis o las siete de la tarde tras cuarenta kilómetros, acogidos por las monjas. En tres días, habrán salvado más de mil metros de desnivel.
El domingo algunos harán el viacrucis desde Sangüesa y otros irán directamente a la explanada del Castillo de Javier.
Se suma a una concienzuda preparación con seis salidas a la naturaleza que han sumado en otros tantos fines de semana 225 kilómetros de manera progresiva. Bajo los sones de María Auxilium Cristianorum, acuden prestos al encuentro con el santo Francisco de Javier.