Las elevadísimas expectativas que marcaron en la definición Pablo Vallés, organizador con su Huesca Naturaleza, y Pilar Viejo, alcaldesa, se han quedado rebasadas en el estreno de las Jornadas Medioambientales de Agüero que ha exhibido esa trilogía imparable: geología, rapaces y vegetación.
Este fin de semana, a la práctica se ha sumado la palabra. La edición inaugural de un acontecimiento que ha llegado para quedarse ha ofrecido paseos extraordinarios, divulgación rigurosa, éxtasis en la naturaleza y, probablemente lo más sobresalientes, expertos cuyos conocimientos han seducido a quienes han llenado el local repleto en su aforo, en torno a medio centenar de personas en cada caso.
Ánchel Belmonte, que tiene una particular habilidad para seducir con su sabiduría pero también con sus analogías, ha definido Agüero como "el museo del Prado de la naturaleza" por la cantidad de elementos distintivos que configuran una biodiversidad serenamente abrumadora.
Víctor Ezquerra, por su parte, biólogo colaborador con el CSIC, invitó a todos a seguir la vegetación rupícola con una especie única de Agüero y aledaños como la Foz de Salinas, que es una variedad singular de geranio fruto curioso de los excrementos de los buitres.
El fin de semana ha sido "sorprendente", increíble, como reconoce Pablo Vallés. "En todas las actividades se han completado grupos de en torno a cincuenta personas". Curiosos y observadores procedentes de todo Aragón, de Huesca, de Sabiñánigo y la incorporación de muchos vecinos de Agüero que se han convertido en auditorio instructivo, y es que han apuntalado las explicaciones en los paseos con los nombres originales que se han utilizado siempre en el pueblo.
La sesión vespertina del sábado estuvo dedicada al ciclo Pueblos Contados en la que, como en otras poblaciones de La Hoya gracias a la iniciativa de la Comarca, explicó sus orígenes remontándose a tiempos musulmanes, exponiendo paralelismos con Alquézar, cuando decidieron que, habida cuenta que estaban en la última esquina antes del reino de Navarra, había que erigir una fortaleza. Esa situación de encrucijada entre los ejes norte-sur y este-oeste propició la construcción de una "agüera", una conducción de agua de la que deriva el nombre de la localidad. El recorrido por calles de trazados característicamente árables, angostas, permitió soñar con tiempos pretéritos.
Los paseos han suscitado interés no sólo entre público general, sino también la presencia de educadores ambientales, guías de montaña y otros profesionales que han disfrutado tanto de la riqueza geológica como de la vegetación mediterránea única en la que Pablo Vallés ha estado acompañado por el etnobotánico José Miguel Navarro, quien ha detallado la extraordinaria diversidad de un ecosistema inacabable.
Con una meteorología espectacular, el medio centenar de expedicionarios desde el pueblo hasta parajes próximos al pueblo han volado también con Pablo Vallés hasta el reino de los buitres y sus peculiares formas de vida, de alimentación y de hábitos de viajes o asentamiento.
Concluye Pablo Vallés que estas I Jornadas Medioambientales demuestran que "Agüero lo tiene todo" y, además, ganas de mostrarse y de presumir de un hermoso pueblo del que se enorgullecen su centenar y medio de vecinos.