La Taberna de Lillas Pastia y el Tatau Bistro de Huesca, el Restaurante Callizo de Aínsa y el Espacio N de la Venta del Sotón en Esquedas han renovado sus sendas Estrellas Michelín en una Gala de la Guía Roja de España y Portugal celebrada esta noche del martes en el Palacio de El Greco de Toledo. En Aragón, se incorpora un nuevo establecimiento entre los estrellados, en concreto Gente Rara de Cristian Palacio y Sofía en Zaragoza ("un modo de disfrutar nuevo no puede ser realizado por alguien normal"). Por su parte, en la categoría de la Estrella Verde, ha logrado un galardón el Cancook de la capital aragonesa por su cocina sostenible.
En la relación de Bib Gourmand, se suma a la lista altoaragonesa La Era de los Nogales de Sardas, en Sabiñánigo. Se añade a Trasiego de Barbastro, El Montañés de Biescas, Carmen de Binéfar, Casa Chongastán de Chía, Canteré de Hecho, El Origen de Huesca, La Capilleta de Plan y Casa Arcas de Villanova.
De la Era de los Nogales, afirma que "se encuentra en una pequeña localidad de la comarca del Alto Gállego, en la provincia de Huesca, y al estar rodeado por recios edificios en piedra puede extrañar por su diseño, a modo de carpa acristalada y con unas magníficas vistas a las montañas del Pirineo Aragonés. El chef, Toño Rodríguez, plantea una cocina contemporánea de base tradicional que sorprende por su calidad y sabor, con la opción de una carta no muy amplia y dos menús: el denominado "del día" y otro, más largo, llamado "Saborea" (este se ofrece exclusivamente por encargo). ¡Postres artesanales diferentes y divertidos!"
También incorpora como recomendación a Casa Rubén de Tella, y asegura la Guía que "este restaurante se halla en su entorno, en la parte baja de un sencillo hotelito de apartamentos que está en manos de la familia del chef desde hace muchos años y se alza, a pie de carretera, en el punto exacto donde las aguas del río Yaga confluyen con las del Cinca. El sueño de Rubén Coronas siempre fue, desde que tomó las riendas de la casa, el de practicar una cocina personalizada para pocos comensales, por eso llama la atención el nivel culinario que ofrece, exaltando el producto local a través de un único menú degustación, de base tradicional pero actualizado. El comedor, llevado directamente por su mujer (Cristina), también tiene su encanto, pues ocupa una de las antiguas cuadras del edificio y se halla bajo una gran bóveda de piedra (data de 1593) que nos pone en sintonía con los paisajes y las construcciones en piedra que abundan en la comarca aragonesa de Sobrarbe. ¡Suele dar servicio solo al mediodía!"