Una mañana llena de risas y energía ha transformado el ambiente del centro de adultos de Down Huesca. Los jóvenes que asisten a este espacio, situado en el Pasaje Almériz, disfrutaron este lunes de una visita especial, con motivo de las fiestas del barrio de San Martín, y, como ya es tradición, la Abueleta y el Payaso han hecho de las suyas, trayendo alegría y espontaneidad en una jornada que seguro todos recordarán durante mucho tiempo.
Entre sonrisas y carreras, estos personajes dejaron una estela de buen humor, que, junto a la complicidad de los asistentes, convirtió la mañana en una auténtica fiesta.
Al llegar, la Abueleta y el Payaso se presentaron con sus clásicas varas, esas que siempre arrancan carcajadas y gritos en cuanto las levantan. La Abueleta, en especial, ha demostrado tener "mucha confianza" con los jóvenes: sus golpes, un poco más enérgicos, han causado risas y fingidos gestos de sorpresa entre los presentes. ¡Pero tranquilos! Que todo ha quedado en juego y nadie ha salido lastimado.
Los profesionales del centro, que han presenciado la escena desde el inicio, no han podido contener sus propias sonrisas al ver cómo la Abueleta y el Payaso interactuaban con cada uno de los chicos, adaptando su humor y simpatía a cada uno de ellos.
Además, a la diversión de la mañana se sumaron miembros de la comisión de fiestas del Barrio de San Martín, siempre atentos a cada acto de la programación, y la "ayuda especial" de Noel a la Abueleta y la labor de Alba como reportera para contar el momento vivido.
Finalmente, como broche de oro, todos se han reunido para la tradicional foto de familia. Con rostros aún sonrojados por la risa y miradas que reflejaban la complicidad de la mañana, se han alineado para inmortalizar este momento especial. Sonrisas amplias y gestos de alegría se han plasmado en esa imagen que, sin duda, servirá para recordar una mañana en la que la magia de la Abueleta y el Payaso ha llenado de felicidad el centro de adultos de Down Huesca.