“Los maestros, los profesores, tienen una capacidad de incidencia en el ser humano extraordinario. Por eso, yo creo que un Estado que quiera realmente mejorar, tendría que pagar muchísimo mejor a los profesores, mimarlos muchísimo más porque son el instrumento definitivo de la formación de los individuos”.
La abogada, magistrada, jueza emérita y exalcaldesa de Madrid, Manuela Carmena, ha participado este lunes en las Jornadas de Inspiración y Empoderamiento: mujeres que transforman, que organiza el Centro de Profesorado Ana Abarca de Bolea de Huesca.
En una breve conversación con este periódico previa a su intervención, ha destacado "la importancia de la educación" para alcanzar las cosas importantes de la vida. Así, durante las dos horas de duración del encuentro, Carmena ha detallado su experiencia y ha relatado lo que significó para ella su profesorado.
Carmena ha indicado, por otro lado, que siempre le ha interesado “seguir muy de cerca a los jóvenes" y reflexionar sobre lo que los adultos pueden mejorar al respecto. “Pero creo que muchas veces la sociedad se olvida de los que no votan y los que no votan son los niños. Mi experiencia en el Ayuntamiento (de Madrid) fue que los niños estaban olvidados y empezamos a pensar en ello. Eso es importante".
"Los mayores somos una especie de GPS para la gente joven, que tiene que utilizarnos”
Cuando imparte charlas por distintas ciudades de España, el público le plantea sus preocupaciones. Ayer, hizo parada en Pamplona. “Yo creo que lo verdaderamente importante es saber que el diálogo intergeneracional tiene una importancia muy grande, porque los mayores, ahora mismo, gracias a lo que yo llamo el privilegio de la longevidad, deberíamos tener una capacidad de protagonismo mayor del que tenemos. Yo creo que se está desperdiciando el talento sénior y que, por el contrario, tenemos que buscar la manera de que se incorpore y enriquezca a la sociedad. Y, en ese contexto, siempre digo que somos una especie de GPS para la gente joven y que tienen que utilizarnos”.
Manuela Carmena recibió el Premio Nacional de Derechos Humanos en 1986, por su defensa de trabajadores y detenidos durante la dictadura franquista. Fue jueza de vigilancia penitenciaria y fundadora de la asociación progresista Jueces para la Democracia y lideró el Grupo de Trabajo sobre Detención Arbitraria de la ONU. Su compromiso social se refleja en iniciativas como Yayos Emprendedores, una empresa que comercializa productos elaborados por personas privadas de libertad, y en diversas publicaciones, entre ellas Crónica de un desorden: Notas para reinventar la Justicia y Por qué las cosas pueden ser diferentes: Reflexiones de una jueza.
El pasado 19 de octubre intervino en el ciclo Huesca en el Ciclo Cine y Derecho celebrado en el Teatro Olimpia, organizado por el Colegio de Abogados de Huesca y el Colegio de Procuradores, que proyectó el documental La defensa por la libertad, de Pilar Pérez Solano.
EL TALLER IMPARTIDO
En el transcurso del taller, Manuela Carmena ha abordado aspectos concretos de la educación. Ha hablado de su proyecto para vincular el mundo de las cárceles y los excluidos con trabajos prácticos que sean rentables, y ha mencionado la falta de argumentos jurídicos en España para que las empresas sociales sean viables.
También ha destacado que vivimos en un mundo lleno de contradicciones, al relatar experiencias fallidas, y ha subrayado que es necesario profundizar en la democracia para corregir sus deficiencias. Además, ha hablado de la importancia de fomentar estructuras pedagógicas que, a través de la educación, unan a las personas que desconocen la realidad de la calle, permitiendo así que puedan contrastar su ideología con la de la ultraderecha.
Como ejemplo personal, ha mencionado cómo su vida cambió cuando las monjas la llevaron a ver las chabolas de Madrid.