El dolor crónico constituye uno de los principales problemas de salud público en España, lo que demanda en consecuencia un plan nacional de atención y más unidades especializadas. Es el mensaje lanzado por María Dolores Rodrigo Royo en la apertura de las XIX Jornadas Aragonesas de Actualización en el Tratamiento del Dolor y la XVI Reunión de la Sociedad Aragonesa del Dolor. La conferenciante ha estado acompañada en el salón de actos del Genaro Poza por Ramón Boria, director general de Asistencia Sanitaria y Planificacion del Gobierno de Aragón, Rogelio Salesa en representación de la directora general de Deporte, Olga Ordás por el Colegio de Médicos y Enrique Sánchez, jefe del Servicio de Anestesia y responsable de la Unidad del Dolor del Hospital San Jorge de Huesca.
María Dolores Rodrigo Royo considera que "Se necesita un plan nacional de atención al dolor crónico y más unidades del dolor", porque "no se trata solamente de una disfunción o de un síntoma de alarma, sino que tiene el valor de enfermedad".
Ha agregado que el dolor crónico tiene un importante impacto en el bienestar y la calidad de vida, ya que repercute negativamente en el ámbito laboral, social, familiar y personal. Iniciativas relacionadas con el abordaje y el conocimiento del dolor crónico se han convertido en una constante en nuestro país. Sostiene la presidenta de la Sociedad Aragonesa del Dolor que "hay que sensibilizar a la población general y mejorar la información a los pacientes acerca de su dolor haciéndoles partícipes en la toma de decisiones".
Igualmente, ha abogado por "sensibilizar a los profesionales en relación con la necesidad de un adecuado abordaje del dolor que proporcione una valoración integral de las personas", así como "promover que la formación de los profesionales en pregrado, posgrado y formación continuada contemple el dolor, incluyendo el conocimiento de la naturaleza multidimensional del mismo".
Ha recordado la doctora que el 17 de noviembre de 2022 se celebró una reunión de constitución del Grupo Elaborador (GEG) de Aragón para la elaboración de una guía práctica clínica sobre el dolor crónico no oncológico que saldrá a la luz el año que viene. Está dirigida a profesionales sanitarios de atención primaria y hospitalaria implicados en el tratamiento del dolor crónico no oncológico. También está concebida para pacientes con dolor crónico no oncológico y a gestores sanitarios.
La guía será de interés para profesionales de los campos de enfermería y medicina familiar y comunitaria, fisioterapia, psicología, psiquiatría, rehabilitación farmacia, neurología, reumatología, traumatología y terapia ocupacional, entre otros ámbitos.
El grupo técnico que lo forma extraerá los datos de los estudios y evaluará su calidad metodológica. La metodología es el sistema GRADE (sistema que se utiliza en publicaciones de guías, principalmente de tratamiento, tanto farmacológico como no farmacológico en distintas áreas de la medicina).
Antes de la publicación final de la guía, ha expuesto la doctora, habrá un proceso de exposición pública y se invitará a otras sociedades y asociaciones para revisar el documento y aportar sus sugerencias. La guía incluirá material para pacientes, familiares y cuidadores y se publicará en distintos formatos en la web de GuíaSalud.
Ha concluido María Dolores Rodrigo que "se necesita más apoyo, que las administraciones miran hacia otro lado, que cuando se publican las listas de espera nunca sale reflejada la lista de espera de las unidades del dolor".
PONER EN VALOR A LOS PROFESIONALES
Por su parte, el doctor Ramón Boria, director general de Asistencia Sanitaria y Planificación del Gobierno de Aragón), ha señalado que "el dolor afecta a 1 de cada 5 ciudadanos en este país, es un problema prioritario de nuestra sociedad", de ahí la actividad de las unidades del dolor en todos los hospitales de nuestro país
Boria ha indicado que se trata de "una labor muy importante la que están haciendo los compañeros de los servicios de anestesia en desarrollar las diferentes técnicas. Las unidades del dolor han ido evolucionando a lo largo de los años y la cartera de servicios se está haciendo cada vez más importante".
Las unidades del dolor también son multidisciplinares, intervienen no solo los anestesistas, sino también psicólogos, reumatólogos, profesionales de la salud mental, de la rehabilitación, trabajadores sociales, etcétera. También resulan relevantes las terapias no farmacológicas, por lo que el abordaje tiene que ser integral.
Ramón Boria ha refrendado la labor del médico de familia, que es quien deriva al paciente a las unidades del dolor.
"El problema más importante de las unidades del dolor, ha agregado, son las listas de espera y sobre todo el acceso a las técnicas que llevan tiempo y como toda actividad quirúrgica llevan retraso".
Ha abundado el director general en que "las listas de espera están mejorando gracias a la interconsulta virtual. El médico de familia que deriva a la unidad del dolor está en contacto con el servicio de anestesia y así puede ver en la historia clínica del paciente las pruebas que se le han hecho. Hay un feedback, una comunicación con el médico de familia".
Las jornadas de actualización en el tratamiento del dolor se han desarrollado entre el Hospital Universitario San Jorge, el Colegio de Médicos y las ponencias pronunciadas en el Abba Huesca hasta este mediodía de sábado.